NOMBRE: Aida
APELLIDOS: Bañuelos García-Castellano
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1986
PROFESIÓN: Artista
Para Aida Bañuelos, el arte fue casi una salida natural. Sus padres son artistas y profesores de Bellas Artes, carrera en la que ella se licenció en 2010 en la Universidad Complutense de Madrid. Aunque la pintura es el principal soporte de sus trabajos, es también autora de esculturas, fotografías y vídeos en los que, desde un enfoque humorístico próximo a la sátira, reflexiona sobre las búsquedas del ser humano en la sociedad de consumo actual y las contradicciones y absurdos de un mundo materialista. La ironía es su recurso para plantear al espectador cuestiones punzantes sobre su imbricación con el entorno, sus necesidades y sobre el ser y el tener, cuestionando si hemos trasladado el primero al segundo de modo que “el ser del hombre” se ha traslado al “ser del objeto”, dejando por completo de lado el primero.
El motor de los proyectos de Aida es la sorpresa o la perplejidad que causa a la artista la relación de necesidad, o quizá de dependencia, entre las personas y dichos objetos, los sentimientos que hemos sido capaces de colocar en piezas inertes a las que la artista llega, a su vez, a dotar de sensibilidad propia. La producción de la madrileña origina un universo nuevo en el que fluyen las emociones entre ser humano y elementos cotidianos y entre estos últimos entre sí.
En palabras de Aida para el programa Intransit de la Universidad Complutense, “no hay hombres únicos ni objetos de lujo, los supuestos objetos de lujo son elementos cotidianos que la producción en masa nos ha dado y los hombres son seres del mismo modo seriados que tratan de encontrar el accesorio que les confiera la unicidad. El objeto cotidiano, por su parte, goza del lujo de la vida y el éxito reproductivo, hasta el final de sus días, y cual ser importante en la tierra, merece un lugar donde descansar en paz”.
Además de ser seleccionada en 2010 para participar en el Centro de Arte Complutense en la muestra de obras de autores participantes en Intransit, Aida se hizo con anterioridad con el primer premio del Concurso Villa de Ayllón (2008) y obtuvo una mención, un año antes, en el IV Concurso Nacional de Pintura de Guadarrama. La beca Leonardo-ADEIT (Bancaja) le permitió trabajar en 2010-2011 en la Galería DNA de Berlín, ha protagonizado exposiciones individuales en la Sala de Exposiciones de la Casa de la Cultura de Guadarrama y en No-Lugar–Guápulo, en Quito, y ha participado en colectivas en la Galería de Arte Trece de Madrid, el Palacio Vellosillo de Ayllón, la Facultad de Bellas Artes de la Complutense, la Galería Ángeles Penche, la sala Per-Seh, la Reutlingen Gallery, la Sociedad Cervantina madrileña o la Sala de Arte Joven.
Precisamente para Intransit presentó Aida tres de los proyectos por los que más la conocemos: In memorial/Todo lo que tenía es lo que yo era, una instalación compuesta por fragmentos o desechos de una veintena de objetos distintos que remiten a la obsesión humana por dejar huella, por perdurar, y a la carga de memoria que cada enser guarda; Objeto de Lujo, un vídeo en el que dos mujeres iguales obtienen placer de objetos cotidianos, en referencia a “lo absurdo que se ha vuelto el ser desde que busca su esencia entre sus posesiones” y a la pérdida de sentido de la idea del lujo en la era de las reproducciones; y Fondue, otro vídeo en el que sillas o grupos escultóricos arden hasta consumirse unidos. Representa el amor y la reproducción dejando fuera al ser humano y alude también al carácter eminentemente contaminante de la producción en masa y a la combinación de ergonomía (muebles) y sensualidad (fuego). Objeto de Lujo y Fondue los realizó en colaboración con Luis Fco. Sancho.
¿Por qué esa preeminencia de los objetos en la obra de Aida Bañuelos? Ella cita el libro “La estética de los objetos” de Ernesto L. Francalanci como referencia de buena parte de su trabajo. Este autor hace hincapié en que las sociedades industrializadas han buscado dejar atrás lo meramente humano (lo imperfecto, no seriado, el olor o la putrefacción) en favor de una producción en serie, estéril y aséptica, y en el camino nuestro amor hacia nuestros iguales se ha transformado en amor hacia “el eso”.
En Objectual Character, que presentó en sus primeras fases en la Sala de Arte Joven en 2012, también puso de relieve nuestro absurdo modo de identificarnos con instrumentos a través de los que, de forma más o menos inconsciente, pretendemos transmitir determinada información sobre nuestra personalidad, llegando a convertirlos en emblemas de nosotros mismos o incluso de etapas de la historia de la humanidad. En este conjunto de series pictóricas, que formó parte del proyecto Una obra en busca de empatía de la comisaria Emma Brasó, Aida confería a varios muebles comportamientos humanos.
Las obras que formaron parte de esta muestra demandaban a sus observantes que les entregasen algo de sí mismos con el objetivo de animarlas y darles vida.
Con ese mismo título de Carácter Objetual, la artista enseñó en 2013 en la Sala Maruja Mallo de Las Rozas, dentro del Festival Miradas de Mujeres de aquel año y bajo el comisariado de Carlos Delgado Mayordomo, piezas de las series In Symbiosis, paper models; In Symbiosis y Female paradigm, que también integran Objectual Character y que igualmente hacen referencia al proceso de cosificación del hombre en el que parecemos estar sumidos y a la conversión del consumo en nuestra nueva forma de vida.
A día de hoy, Aida, que participó en 2011 en el diseño de la escenografía de El artista y la modelo de Fernando Trueba, trabaja en la creación de una escuela de arte (http://qatestudio.com/), que quiere ofrecer a sus alumnos algo más que una academia tradicional y constituirse en un espacio en el que personas con distintas ambiciones artísticas puedan aprender y trabajar, desarrollar sus proyectos, experimentar nuevos campos, etc. Así nos habla la artista de este proyecto: He planteado distintos formatos de aprendizaje/espacio de trabajo. El primero es un espacio de taller, que funcione como un centro de coworking para artistas plásticos, en el que cada uno puede ir cuando quiera a desarrollar su obra y recibir asesoramiento siempre que lo necesite. Otro formato es el de clases, que precisamente por la situación actual y las necesidades de la gente, serán personalizadas y de horario flexible (…). En los cursos, que son de una duración limitada y con un horario establecido, se aprenden aspectos más específicos, o concernientes a otras áreas que impartirán otros profesores, como la interpretación, narración, cine etc. Otro formato es el infantil: los sábados por la mañana se imparten sesiones que pretenden ser multidisciplinares, en las que los niños se sumerjan en la historia, conozcan personajes artísticos en la medida en la que trabajan. Está basado en el formato del Reina Sofía de talleres para niños. Aunque no descartamos realizar, además, cursos específicos, o sesiones para padres e hijos más adelante. Y finalmente realizaremos conferencias, jornadas con artistas, exposiciones y todo lo que esté en nuestra mano para enriquecer nuestro mundo cultural.
Podéis aprender más de Aida Bañuelos en su página web: www.aidabanuelos.com