Escribiendo no-espacios

Susana Blas Brunel

Dominique Gonzalez-Foerster
Vistas de Cinelandia en la exposición Nocturama (MUSAC, Mayo-Septiembre, 2008)

Comenta Dominique González-Foerster (Estrasburgo, 1965) que Enrique Vila-Matas escribe el tipo de literatura que a ella le gustaría escribir “si escribiera”.

“Nocturama*”. Dominique González-Foerster
Museo de Arte Contemporáneo de Castilla León. MUSAC, León
Del 17 de mayo al 7 de septiembre de 2008
más información

Descubrir Paris no se acaba nunca (2006), una de las últimas obras del autor catalán, supuso para ella una revelación tan poderosa que la sumergió en un intenso viaje hacia el universo del autor, caracterizado por un planeamiento fronterizo, ajeno a las convenciones de la ficción, en el que conviven sin crisis, arrastrados por el nomadismo, vida y literatura; biografía y ensayo. Una suerte de “meta-literatura” para algunos, hasta de “no-literatura”, para otros, y de fascinante itinerario mental, ajeno a las definiciones, para los que le admiramos.
Leer y vivir una exposición de González-Foerster, plantea también una experiencia en la que la pura percepción, casi la sinestesia, triunfan sobre cualquier otro valor. La autora lleva tiempo prescindiendo de objetos o piezas convencionales, y prefiriendo los “espacios”, primero los interiores: sus célebres Chambres, que también podían basarse en una lectura, o recrear el escenario de un filme, deviniendo en íntimos entornos, prestados a la imaginación del visitante; y en los últimos años, sus Ambientes, en los que arquitectura, literatura, y viaje interior se funden.

Dominique Gonzalez-Foerster. Vistas de Alformbra de lectura en la exposición Nocturama (MUSAC, Mayo-Septiembre, 2008)

Dominique Gonzalez-Foerster. Vistas de Alformbra de lectura en la exposición Nocturama (MUSAC, Mayo-Septiembre, 2008)


Atravesar y sentir una serie de espacios, es lo que de nuevo ha propuesto al visitante del MUSAC, desplegando un recorrido específico, que aglutina proyectos ya conocidos como el Promenade (una estancia invisible sólo “decorada” por el sonido de la lluvia tropical), el Tapiz de Libros, (dedicado en esta ocasión a Vila-Matas y a sus conexiones literarias), Cinelandia (un pequeño cine en el que proyecta ocho de sus películas sobre las ciudades y sus márgenes), y Solarium; con una nueva estancia: Nocturama*, entorno que da nombre a la exposición, y que supone una sorpresa sensorial que nos conduce a los misterios de la nocturnidad. Al mismo tiempo, y para reforzar su idea de viaje mental por encima de las convenciones espaciales y temporales, ha concebido un libro, que recoge una conversación con Enrique Vila- Matas y con Hans Ulrich Obrist, y una serie de escogidos ensayos.

Dominique Gonzalez-Foerster. Panorama (con Benoit Lalloz & Martial Gafione), 2007. (Detalle). © Dominique Gonzalez-FoersterDominique Gonzalez-Foerster. Panorama (con Benoit Lalloz & Martial Gafione), 2007.  Vista de la instalación en Expodrome, Musée dart moderne de la Ville de Paris, 2007

Dominique Gonzalez-Foerster
Panorama (con Benoit Lalloz & Martial Gafione), 2007

Dominique Gonzalez-Foerster
Panorama (con Benoit Lalloz & Martial Gafione), 2007. Vista de la instalación en Expodrome, Musée dart moderne de la Ville de Paris, 2007

Muchos creadores han denunciado el trauma que les produce trasladar sus objetos, al espacio expositivo, por la peligrosa fractura que la descontextualización genera. Por eso Dominique ha hecho de la exposición misma su “género” idóneo, y de los espacios abiertos de la imaginación una transposición de sus entornos “reales” preferidos: los márgenes de las ciudades erráticas y abandonadas al caos, la inmensidad de una playa, un solitario paseo por la nieve, o la lectura de un libro.

Comentarios