En torno a la autoridad

Raúl Hevia. Sin título, 2013 Raúl Hevia. Sin título, 2013

Antes de exponer en ARCO, Raúl Hevia presenta en la Galería Nuble Instrucciones para ser mi propio padre, una reflexión sobre las relaciones paterno filiales

Santander, 07/02/2013

Además de como artista, Raúl Hevia trabaja como crítico y comisario y su variada actividad se refleja en sus trabajos, articulados en torno al arte público, el vídeo, las formas seriadas y el lenguaje escrito. El artista ovetense, que hasta marzo presenta en la Galería Nuble de Santander “Instrucciones para ser mi propio padre”, su segunda muestra individual en esta sala, será una de las apuestas de la galería cántabra para ARCO 2013 y también ha expuesto recientemente en el MAS de Santander y la sala valenciana Paz Y Comedias.

Su proyecto para Nuble, compuesto por vídeo, dibujos, objetos y fotografías, constituye una reflexión sobre las relaciones padre-hijo y, a partir de ellas, sobre nuestros orígenes, sobre la autoridad, la dependencia y los vínculos entre autor y lector, en los que Hevia encuentra aspectos constructivos y destructivos, entendiendo como proceso destructivo matar al padre (o creador) y como idea constructiva convertirse en uno.

Raúl Hevia.  Instrucción 11, 2013

Raúl Hevia. Instrucción 11, 2013

Las obras que integran “Instrucciones para ser mi propio padre” contienen objetos encontrados que Hevia concibe como fragmentos en sí mismos y que fotografía a modo de línea de un relato enigmático. Veremos un Niño Jesús roto y reconstruido casi arqueológicamente, la página de un diario, una cabeza anónima o una figura paterna convertida en cenizas y presentada en una biblioteca privada.

Raúl Hevia. Instrucción 3, 2013

 Raúl Hevia. Instrucción 3, 2013

Sus trabajos constituyen alegorías de la realidad cotidiana basadas en asociaciones libres y muchas preguntas. Según Víctor del Río, el recuento de las instrucciones, como propósitos truncados, se traduce en una sucesión de enigmas. El mecanismo parece confirmar un recorrido por una serie limitada de construcciones figurales, propiciatorias de imágenes que son palabras, y palabras que son imágenes. La ejecución del relato retrospectivo se cifra, se traduce al código de las figuras que ilustran y desdicen la historia otra vez recontada. Figuras, al fin y al cabo, escogidas de entre las provisiones del azar o del hallazgo imprevisto.


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