Emilio González Sainz: el cabo de los amantes

Emilio González Sainz. El cabo de los amantes

La Galería Siboney se traslada y abre su nuevo espacio con una muestra dedicada al pintor de Torrelavega

Tras un breve parón por traslado desde la calle Castelar de Santander a la cercana Santa Lucía, la veterana Galería Siboney presenta, hasta el 28 de abril, obra nueva del pintor cántabro Emilio González Sainz, artista de Torrelavega cuya trayectoria ha estado unida a Siboney desde sus inicios.

En su obra más reciente encontramos de nuevo paisajes que González Sainz convierte en iconos poéticos y que invitan al espectador a contemplar su entorno desde nuevos enfoques. Pueblan sus pinturas paseantes solitarios, árboles y acantilados; un mar a veces en calma, a veces temperamental y cielos habitualmente nublados que recuerdan a los de los atardeceres del Norte.

Emilio González Sainz. El cabo de los amantes

En palabras del profesor Javier San Martín, que ha escrito en varias ocasiones los textos de los catálogos del artista, González Sainz vive una vida desdoblada entre sus paseos y su frecuentación de libros, mapas y relatos. Desdoblada y fluida, pues parece ver los acantilados con los ojos de Friedrich, pero también, cuando mira cuadros, pareciera como si caminara por ellos, aspirando aromas y sonidos. Una vida en la pintura. Pero quizás hay algo que matizar: en primer lugar, Emilio González Sainz no es un pintor citacionista al uso, no es un artista que se nutre de La Pintura como una casa que ofrece el cobijo de la tradición y el calor de su prestigio. O, en todo caso, no lo hace principalmente en ese sentido. Emilio cita y frecuenta sólo un tipo de imágenes que realimentan lo que ya lleva en su interior. Lo emplea como activación, como excitación serena de algo que ya le pertenece. Es selectivo y exaltado, humilde y fanático.

 Emilio González Sainz. El cabo de los amantes

El creador cántabro obtuvo en 2009 el Premio de Pintura Focus-Abengoa y el del Certamen Nacional de Pintura Parlamento de La Rioja.