Eloy Arribas no tiene batería

A Eloy Arribas le interesan las relaciones entre pintura y emociones y entre la obra y su público, subliminal y en un plano estético. Cuando hace unos meses pasó por Fichados, nos contó que ahonda en la concepción de la obra de arte como la rama objetual de un lenguaje indefinible. Y en la forma en que lo anterior se manifiesta estéticamente en nuestra mitología contemporánea.

La Galería Herrero de Tejada de Madrid le dedica su tercera muestra individual: “No tengo batería”, un proyecto basado en ritmos y compases: sus trabajos abordan las confluencias entre la composición musical y la pictórica. Dice el artista que el espacio que existe entre la primera y última percusión que da la batería se llama ‘tiempo de una canción’ y es ajeno a los tiempos pasados y futuros que lo rodean. El área que existe entre los cuatro lados de un cuadro se llama ‘superficie del cuadro’ y es ajena a todos los objetos que la rodean.

Eloy Arribas. Tonada de luna llena, 2020
Eloy Arribas. Tonada de luna llena, 2020

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