Ha sido galardonada por su videoinstalación The Woolsworth Choir of 1979, presentada en Baltic
Paul Noble se mencionaba como el favorito, pero es por tradición imprescindible que el Turner Prize trate de sorprendernos: Elizabeth Price se ha impuesto a él, a Luke Fowler (el candidato del colectivo tuitero británico, invitado al debate por la Tate) y a Spartacus Chetwynd como Premio Turner 2012.
El galardón reconoce trabajos expuestos en el último año por artistas británicos menores de 50 años y está dotado con 25.000 libras. Algunos grandes nombres, como Anish Kapoor, Gilbert & George o Martin Creed lo recibieron contribuyendo a incrementar su prestigio; otros ganadores, como Hirst o Mark Wallinger, le otorgaron su imprescindible barniz polémico.
Los expertos han subrayado este año, y no es habitual, la calidad de las cuatro candidaturas; y la de Price ha sido galardonada por una videoinstalación contundente en fondo y forma: The Woolsworth Choir of 1979, presentada en su momento en Baltic y actualmente en la Tate Britain. Reúne medios muy diversos, desde el dibujo al vídeo pasando por el diseño gráfico, y se ha servido de la tecnología digital para permitirse expresar emociones rara vez asociadas a ese medio.
En su conjunto, la obra de Price aborda el incendio que hace 33 años costó la vida a diez personas en los almacenes Woolsworth de Manchester, reconstruyendo veinte minutos de secuencias trepidantes que se entremezclan con poéticas escenas del interior de una catedral gótica. La pieza resulta, en una primera impresión, sofisticada, aspecto no demasiado frecuente en las obras ganadoras del Turner en los 28 años de historia del premio.
Tampoco es habitual que lo obtenga una mujer: Price, de 45 años, es la cuarta, tras Rachel Whiteread, Gillian Wearing y Susan Philipsz.