El sueño americano de Bert Kreuk

Danh Vo. Alphabet (B), 2011. Colección Bert Kreuk

El coleccionista muestra parte de su colección de arte reciente en el Gemeentemuseum

La historia de la colección de arte que ha atesorado el empresario holandés afincado en Estados Unidos Bert Kreuk es la de una etapa de quince años de hallazgos y descubrimientos que han dado como resultado unos fondos casi enciclopédicos por su ambición global y porque resultan representativos de la evolución del arte en las últimas dos décadas, pero que a la vez son atrevidos y muy personales.

A lo largo de este verano, hasta el 29 de septiembre, el Gemeentemuseum de La Haya nos presenta una selección de esas piezas, obras de muy diversos formatos que tienen en común su valor como testimonio del compromiso social de los artistas escogidos: Allora & Calzadilla, Walead Beshty, Mark Bradford, Sarah Braman, Valentin Carron, Peter Doig, Latifa Echakhch, Matias Faldbakken, Brendan Fowler, Theaster Gates, Damien Hirst, Alex Hubbard, Elliott Hundley, Nathan Hylden, Alex Israel, Matthew Day Jackson, Willem de Kooning, Friedrich Kunath, Oliver Laric, Sherrie Levine, Klara Lidén, Adam McEwen, Oscar Murillo, Angelo Otero, Virginia Overton, Sterling Ruby, Analia Saban, Rudolf Stingel, Valerie Snobeck, Oscar Tuazon, Luc Tuymans, Kaari Upson, Danh Vo, Michael Wilkinson y Christopher Wool.

 Alex Hubbard. Other people’s problems II, 2012. Colección Bert Kreuk. Cortesía del artista y de la Simon Lee Gallery

Es habitual que Kreuk preste sus trabajos a museos de todo el mundo, pero ésta es la primera vez que un fragmento representativo de su colección podrá verse en una única institución, en una muestra que ha contado con la participación del propio mecenas holandés como comisario invitado.

Kreuk confiesa experimentar una sensación de liberación cuando, al exhibir las obras que atesora, descubre que el arte es más que un mero reflejo de la realidad y afirma que coleccionar para él supone un viaje educativo, exploratorio, de observación y de pérdida progresiva de prejuicios.

Dice Kreuk ser amante de las obras que tratan de comunicar ideas, y no sólo de ilustrar escenas o estados de ánimo fácilmente identificables, de ahí su predilección por el arte contemporáneo: otorga la misma o mayor importancia a los conceptos y las intenciones que guarda el artista que a la ejecución y la técnica con la que los desarrolla.

La muestra se inicia con pinturas que podríamos considerar más tradicionales para finalizar con otras de índole conceptual, y en el proceso veremos ejemplos significativos de la escultura producida en los últimos veinte años.