Desentrañar cómo el cine, quizá la disciplina artística con mayor implantación social, ha adaptado El Quijote de Cervantes, la novela a la que toda la narrativa posterior debe algo, es el objetivo de El Quijote y el cine de Ferrán Herranz, que oportunamente ha publicado este año Cátedra en su colección Signo e imagen. Se presta fundamentalmente atención a las posibilidades de adaptación de El Quijote y a las secuencias que, en determinadas películas, permiten establecer analogías con el texto literario, no tanto (aunque se citen) a reescrituras que se inspiran en él pero lo reduzcan.
Con excepción de la valiosa obra colectiva Cervantes en imágenes no existen apenas monografías que hayan estudiado el peso de El Quijote en el cine, y la que propone Herranz se ha propuesto ir más allá de los lugares comunes y no adentrarse en obras que recuerden vagamente aspectos de El Quijote, sino en filmes que cuenten con vínculos sólidos con la novela de Cervantes, aunque se haga también mención de películas del primer tipo y a las de calidad cuestionable, a modo de testimonio del enorme peso de la obra en nuestra memoria colectiva. Tampoco ha sido fin de Herranz analizar la filmografía documental sobre El Quijote y Cervantes, ni los cortometrajes animados o no que lo toman como base.
La cuestión subyacente presente a lo largo del libro es ¿qué es ser fiel al Quijote?, dado que dos filmes y una serie que pretenden ser fieles a la obra cervantina (los de Rafael Gil, Cruz Delgado y Manuel Gutiérrez Aragón) presentan, entre sí, diferencias de ejecución manifiestas; aunque el fin último del autor no es tanto responder a esta pregunta como plantear un recorrido por las distintas trasposiciones de la novela a la pantalla y subrayar la diversidad de visiones interpretativas de las que El Quijote ha sido objeto en el ámbito audiovisual (pese a la, comparativamente, breve historia de este).
Se revisan, con mayor o menor profundidad según su valía, hasta un centenar de títulos cinematográficos que han adaptado la novela desde una gran diversidad de enfoques o que han tomado a su protagonista como personaje clave; y aunque el cine español, obviamente, tiene amplia presencia, también se presta atención, y este es uno de los aspectos más originales del libro, a cinematografías de países en las que, quizá, no esperábamos encontrar el galope quijotesco como fondo, como la brasileña, la finlandesa, la china, la búlgara o la coreana, además de al cine francés, británico, italiano o estadounidense.
Al igual que no se fija este estudio límites geográficos, tampoco los delimita temporales, y repasa Herranz desde las primeras traslaciones de El Quijote a cargo de los pioneros hasta las más recientes concebidas tanto para la gran pantalla como para la televisión. No podemos evitar extraer una conclusión: es muy posible que la adaptación cinematográfica del El Quijote, si no definitiva, sí más lograda, esté aún por llegar. Aunque no sea condición imprescindible, ninguna hasta ahora ha contado con el favor unánime de la crítica (aunque quizá, hablando de Alonso Quijano, esto sea un imposible).
TÍTULO: El Quijote y el cine
AUTOR: Ferrán Herranz
IDIOMA: Castellano
EDITA: Cátedra
PÁGINAS: 384
PRECIO: 22 euros
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