En colaboración con el Meadows Museum de Dallas, se presenta en Madrid una completa retrospectiva de este pionero del paisaje realista español
“El paisajista Martín Rico (1833-1908)”
MUSEO NACIONAL DEL PRADO
Paseo del Prado, s/n
28014 Madrid
Del 30 de octubre de 2012 al 10 de febrero de 2013
De lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas
Domingos y festivos, de 10:00 a 19:00 horas
El Museo del Prado y el Meadows Museum de Dallas presentan conjuntamente la muestra monográfica “El paisajista Martín Rico (1833-1908)”, que se abre al público mañana en la pinacoteca madrileña y que recupera la figura de uno de los artistas más destacados de nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX.
Se formó con Pérez Villamil, pero el Romanticismo español le resulta insuficiente, porque él ya entonces quiere ser un pintor realista y como en España no ve nada que le interese decide viajar a París. Durante su estancia en Francia se vio influido por la Escuela de Barbizon y en concreto conecta con la figura de Daubigny. Podría decirse que Martín Rico es el primer impresionista español, algo que se descubre en su pincelada y en su gusto por la pintura al aire libre, motivo por el que sus obras no son piezas de enorme tamaño, ya que así las podía llevar consigo para pintar del aire libre. Posteriormente viajó a Gran Bretaña, donde se interesó por la obra de Turner y, de regreso a España (1870), pintó en Granada junto a Mariano Fortuny, etapa en que su obra adquirió mayor luminosidad y colorido. Afincado en Venecia desde 1882, fue en esta ciudad italiana donde murió dieciséis años después.
Una pareja contempla el cuadro Lavanderas de La Varenne (1864-65) en el Museo del Prado
El perfil cosmopolita de Martín Rico hizo que sus obras tuvieran mayor éxito fuera de España por lo que, con la excepción del Prado, es un pintor poco representado en las colecciones institucionales de nuestro país. El Prado custodia la colección más amplia y de mayor calidad de trabajos de este artista, pionero en la introducción del paisaje realista en España, entre ellas doce óleos y cuarenta cuadernos de dibujo y uno de acuarelas que han sido adquiridos recientemente. Habitualmente, son cinco las pinturas de Rico expuestas en la Pinacoteca.
Estos fondos han permitido establecer la base de una presentación de todas las fases de la trayectoria de este pintor madrileño, desde sus inicios en los paisajes de la sierra madrileña hasta sus piezas realizadas en Venecia y en París. Estas obras han sido enriquecidas, a su vez, con aportaciones de varias colecciones institucionales y privadas de diferentes países, sobre todo de Estados Unidos, donde Rico alcanzó un gran reconocimiento.
Martín Rico. Naranjos en la Huerta del Retiro, Sevilla, 1875. The Walters Art Museum, Baltimore, Maryland
La exposición, comisariada por Javier Barón y abierta hasta el próximo 10 de febrero, se estructura de forma cronológica y supone la continuación del Prado con su línea de recuperación y puesta en valor de los grandes maestros de la pintura española decimonónica. “El paisajista Martín Rico (1833-1908)” viajará posteriormente al Meadows Museum, donde podrá contemplarse entre el 10 de marzo y el 7 de Julio de 2013.
Los comienzos de su actividad como acuarelista los desarrolla pintando del natural en El Escorial, Ávila o Segovia; algo posteriores son sus vistas al óleo de Covadonga, Guadarrama, Madrid o La Alcarria. En estas obras, datadas entre 1854 y 1861, su pintura evoluciona desde una concepción panorámica propia del Romanticismo, hacia otra más realista, prestando mayor atención a las calidades de las hierbas, rocas y árboles representados y a la luz natural. Desde 1862, sus dibujos de gran tamaño y sus cuadernos de apuntes revelan un marcado estilo realista de influencia francesa, así como una cuidada ejecución de límpias atmósferas que atrajeron a marchantes como Reitilinger y Goupil.
Martín Rico. Desembocadura del Bidasoa, 1872. Museo Nacional del Prado, Madrid
Martín Rico. Petit bras, Sena, 1869. Museo de San Telmo, San Sebastián. Legado Luis de Errazu y Rubio de Tejada
Desde 1870, lleva a cabo vistas españolas de viva luminosidad y colores frescos más próximas a Fortuny que al realismo de anteriores etapas (en el Prado veremos paisajes de la Alhambra, Fuenterrabía, Toledo o Madrid) y ya desde 1872/73 y hasta su fallecimiento realiza vistas francesas y venecianas desde una ejecución realista en tonos claros.
El descubrimiento de Venecia como un gran taller al aire libre le llevó a perfeccionar su estilo final, que equilibraba la suavidad de la ejecución, la finura de la captación de la luz y las calidades cromáticas. En ocasiones, creó una Venecia sorprendente e imaginaria, llevado de su admiración por la belleza de la ciudad.
Rico influirá a muchísimos pintores que van a Venecia, tanto españoles como norteamericanos, como William Merritt Chase, que compra uno de los cuadros de Fuenterrabia. Entre los españoles, cabe destacar que los artistas de la colonia de Roma, como Villegas, Pradilla o Moreno Carbonero, cuando van a Venecia y pintan paisahes tienen muy en cuenta la pintura de Marín Rico.
Martín Rico. Santa María della Salute, Venecia, h.1902. Colección particular
La presentación hoy de esta exhibición en el Museo del Prado y la firma de un convenio con Ignacio González, Presidente de la Comunidad de Madrid, para la celebración de la misma, supondrán el primer acto institucional de José Pedro Pérez Llorca como nuevo Presidente del Real Patronato del centro.