Incluirá casi 180 obras del artista, figura clave en la consolidación del arte abstracto norteamericano
“Arshile Gorky: A retrospective”
PHILADELPHIA MUSEUM OF ART
Benjamin Franklin Parkway
26th Street PA 19130
Philadelphia
Del 21 de octubre de 2009 al 10 de enero de 2010
Del 21 de octubre de 2009 al 10 de enero de 2010, en el Philadelphia Museum of Art
Comisario: Michael Taylor
Obras: 178
Organizan: Philadelphia Museum of Art, Tate Modern de Londres y Museum of Contemporary Art, Los Ángeles
El Philadelphia Museum of Art celebra la trayectoria artística de Arshile Gorky casi sesenta años después de su muerte con una gran exhibición retrospectiva, la mayor en treinta años dedicada al creador armenio, prolífico pese a la brevedad de su carrera: nació en 1904 y falleció tras un trágico suicidio en 1948.
Las obras presentes en la muestra representan la totalidad de las etapas en que se ha subdividido su producción, y se fechan entre 1920 y 1948. Se trata de pinturas, esculturas, grabados y dibujos, varios de ellos inéditos, que revelan la evolución del vocabulario visual de Gorky y de su singular estilo.
La retrospectiva pretende ofrecer nuevas reflexiones críticas en torno a sus trabajos (aprovechando los nuevos datos biográficos en torno a Gorky que han sido publicados en los últimos años) y proporcionar a una nueva generación de espectadores la posibilidad de conocer el complejo e influyente universo creativo de este artista, considerado fundamental para el surgimiento de la abstracción norteamericana. Posiblemente las piezas claves de esta antológica sean las llamadas “Creation Chambers”, series basadas en las descripciones que el propio Gorky hizo de su estudio y que muestran sus pinturas más conocidas junto a dibujos y estudios preparatorios que realizó para las mismas.
Para analizar en profundidad la producción de Arshile Gorky es imprescindible indagar en los hechos que marcaron su vida. Siendo aún adolescente, fue testigo de la limpieza étnica a la que las tropas turcas sometieron a la minoría armenia de la región otomana hacia 1915, suceso que causó el exilio de numerosas familias, entre ellas la del artista, a la frontera del Caucaso. Su madre murió de hambre durante un crudo invierno para los refugiados armenios y Gorky y su hermana emigraron a Estados Unidos, tratando de esquivar un negro futuro, en 1920. Haciéndose pasar por pariente del escritor ruso Maxim Gorky, el pintor trató de forjarse en América una nueva identidad y una nueva vida.
Tras residir en Watertown y Boston, Gorky se afincó definitivamente en Nueva York en 1924. Aunque recibió algunas clases de arte, su formación fue sobre todo autodidacta: copió obras de museos y galerías y leyó diversos ensayos y publicaciones artísticas para familiarizarse con los maestros europeos (especialmente con Paul Cézanne, Picasso, Miró y Fernand Léger).
En los años de la Gran Depresión logró trabajar como pintor de murales públicos, destacando los diez que diseñó para la zona administrativa del aeropuerto de Newark, obras fuertemente influenciadas por la impronta de Léger y Picasso pero también reveladoras de la gran promesa del arte abstracto en que Gorky ya se había convertido.
En Nueva York además pudo tomar contacto con algunos miembros del grupo surrealista, que, coincidiendo con el estallido de la II Guerra Mundial, huyeron del conflicto trasladándose a la Gran Manzana. Mantuvo una estrecha amistad con Breton y con el chileno Roberto Matta, quien le animaría a experimentar con formas biomórficas y le enseñaría la técnica surrealista del dibujo automático, técnica que Gorki emplearía hábilmente para diseñar obras en las que naturaleza y objetos se nos muestran de forma explosiva o erótica.
En 1941, Gorky contrajo matrimonio con Agnes Magruder, cuyos padres poseían en Virginia una granja en la que el armenio residiría en adelante buena parte de su tiempo. Los campos de los alrededores de aquella finca le recordaban a su país, y fue allí donde pintaría obras abstractas en las que entremezclaba recuerdos de su infancia con la observación directa de la naturaleza, trabajos muy evocadores caracterizados por la gran belleza lírica de sus formas orgánicas.
Los últimos años de la vida de Gorky estuvieron marcados por la tragedia. En 1946 su estudio se incendió, y junto a él, una veintena de sus obras. Ese mismo año le fue diagnosticado un cáncer de colon. En 1948 un grave accidente de tráfico dejó a Gorky con un brazo semiparalizado y el cuello roto, lo que le alejó de la pintura. Tras la ruptura de su matrimonio con Magruder y una profunda depresión, se suicidaría el 21 de julio del mismo año. El extraordinario corpus pictórico que de él quedó tras una carrera artística de sólo veinte años le ha convertido en el último gran surrealista, autor de trabajos tan revolucionarios como profundamente personales.