El Museum Ludwig adquiere la última obra gráfica de Lucy McKenzie

Lucy McKenzie, Untitled, 2006. Cortesía de la artista y de la Galerie Daniel Buchholz, Köln/Berlin © Lucy McKenzie

Se trata de medio centenar de piezas que se exhiben ahora en Colonia por primera vez

Colonia, 03/01/2011

“Lucy McKenzie. The editions”

MUSEUM LUDWIG
Bischofsgartenstr. 1 50667
Colonia
Del 10 de diciembre de 2010 al 26 de junio de 2011
De martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas
Primeros jueves de cada mes, hasta las 22:00 horas

El Museum Ludwig ha adquirido recientemente un conjunto completo de ediciones de la joven artista escocesa Lucy McKenzie que se muestra ahora al público por primera vez en este museo en un mural especial diseñado por la propia McKenzie que podrá contemplarse hasta el próximo 26 de junio.

Las ediciones ahora custodiadas por el centro alemán no podían ser más variadas: encontramos grabados en linóleo, serigrafías, carteles para diversos eventos, pañuelos de seda, portadas de discos e incluso un calendario. Estas obras dan testimonio de las colaboraciones de McKenzie con otros artistas y rememoran la creación por parte de la británica de su propio sello discográfico: Decemberism. En sus diseños se inspira en las creaciones de artistas de las décadas 1920-1950, como Käthe Kollwitz, y en los cómics de Hergé. Entre las piezas adquiridas por el Museum Ludwig figuran esbozos de las etapas preliminares de esta edición, lo que permite rastrear paso a paso su gestación.

McKenzie no es ninguna desconocida para el público de este museo, pues en 2009 ya creó específicamente para una de sus galerías una impresionante instalación a modo de fachada de un edificio de tres pisos pintado en trampantojo, técnica sobre la que la artista ha logrado un completo control. De hecho, los pañuelos presentes en la muestra y un buen número de sus impresiones nos hablan del profundo compromiso con la tradición y con las artes aplicadas de McKenzie.

En lugar de proclamar el arte por el arte como eje de su actividad, la creadora escocesa se concibe a sí misma como una artesana a la que, en lugar de cultivar su propia individualidad, le encanta jugar en equipo y romper con las reglas no escritas de las vanguardias.

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