El Museo Thyssen restaura en directo El Paraíso de Tintoretto

Jacopo Robusti Tintoretto. El Paraíso, hacia 1588

El centro abre al público una exposición gratuita en la que analiza su estudio técnico y los pormenores de la intervención

Madrid, 10/07/2012


“El Paraíso de Tintoretto en restauración”

MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA
Paseo del Prado, 8
28014 Madrid
Del 10 de julio al 2 de septiembre de 2012
De martes a domingo, de 10:00 a 19:00 horas

Coincidiendo con el vigésimo aniversario de la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza y bajo el patrocinio del Bank of America Merrill Lynch, el centro ha emprendido el estudio y la restauración de una de las obras emblemáticas de su colección: El Paraíso de Tintoretto. El análisis técnico ya se ha llevado a cabo en el departamento de Restauración del museo y la restauración en sí puede ser seguida en vivo, desde el pasado 26 de junio, en el hall del Thyssen.

Es la primera vez que este museo interviene una de sus obras a la vista del público. La iniciativa responde al interés que suscitan entre los visitantes estas intervenciones, que permiten estudiar a fondo la técnica empleada por el artista en la elaboración de la obra y determinar los tratamientos necesarios para garantizar su conservación y su equilibrio estético a largo plazo.

A partir de hoy, las salas de la planta baja del Thyssen se convierten en un gabinete de estudios técnicos en el que podemos contemplar macrofotografías, reflectografías infrarrojas y radiografías que documentan el proceso de ejecución de El Paraíso y la metodología de trabajo que Tintoretto empleó en él: sus dudas, modificaciones en la composición y en los personajes, inscripciones ocultas y figuras desnudas a las que luego “vistió”. Para adentrarnos más a fondo en ellas, contamos con este microsite.

Estudio de la imagen radiográfica     Grapado de la obra al nuevo bastidor

El genio renacentista presentó esta obra a concurso para remplazar el fresco destruido que adornaba la pared principal de la Sala de Consejo Mayor del Palacio Ducal veneciano. Tras recibir, en 1588, el encargo, comenzó a trabajar en una pintura mayor inspirándose en una versión menor que hoy se encuentra en el Thyssen. El cuadro definitivo tiene fama de ser el más grande jamás pintado sobre lienzo.


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