Coincidiendo con la conmemoración del bicentenario del nacimiento de Juan Federico Muntadas Jornet, que además de escritor y político fue artífice del parque natural del Monasterio de Piedra de Zaragoza -sobre el que también emprendió obras de consolidación al haberlo heredado de su padre-, se han restaurado los suelos de la sala capitular y la cripta del que fuera cenobio cisterciense, que presentaban un elevado desgaste ocasionado por el tránsito de los visitantes. La intervención ha incluido la pavimentación con piedra natural conforme al estilo original, lo que ha mejorado notablemente su apariencia.
La cripta data de 1502, cuando Guillén de Palafox y Violante de Luna, condes de Ariza, fundaron su panteón familiar en la capilla mayor de la iglesia de Piedra. En 1650, el obispo Juan de Palafox de Puebla de los Ángeles quiso simplificar el proyecto primero, levantando una cripta panteón en estilo herreriano bajo la capilla mayor donde se dispusieron estatuas orantes de los fundadores y un relicario del lignum crucis, que perteneció a la emperatriz María. Este panteón sería empleado por la familia Palafox hasta 1835 y, para la restauración de sus suelos, se han usado plaquetas de barro cocido sobre una solera de hormigón de cal; también se han renovado las escaleras de acceso para favorecer la seguridad y la funcionalidad del conjunto.
En cuanto a la sala capitular, aquí se reunían diariamente los monjes con el abad para leer y comentar la Regla de San Benito de Nursia, debatir lo relativo al gobierno de la abadía y realizar el ejercicio de culpas. Levantada en la primera mitad del siglo XIII, cuenta con un banco de piedra perimetral donde estos monjes se sentaban; la sillería del siglo XVII se conserva hoy en el Ayuntamiento de Calatayud. Se trata de una de las dependencias más elegantes del monasterio, con su planta cuadrada articulada en tramos abovedados y una ornamentación que incluye relieves vegetales y emblemas históricos. En su suelo se encontraba el enterramiento de los abades, aunque no se han identificado losas sepulcrales. Para la restauración se ha instalado piedra caliza en tonos ocres, manteniendo la coherencia con la arquitectura original.
Estos arreglos forman parte de la primera fase de una serie de trabajos de restauración que se llevarán a cabo también en otras salas, dentro de un plan a largo plazo que se prolongará hasta el año 2026 y cuyo objetivo es preservar el monumento y garantizar su estudio por los historiadores.
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