El Museo del Prado abre el día 20 la primera muestra del pintor en España, centrada en su obra temprana
“El joven Van Dyck”
MUSEO NACIONAL DEL PRADO
Paseo del Prado, s/n
28014 Madrid
Del 20 de noviembre de 2012 al 31 de marzo de 2013
De lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas
Domingos y festivos, de 10:00 a 19:00 horas
Del 20 de noviembre de 2012 al 31 de marzo de 2013, en el Museo Nacional del Prado
Obras: 90
Desde 1613, cuando Van Dyck contaba sólo con catorce años de edad, hasta su marcha a Italia desde Amberes en 1621, el pintor flamenco llevó a cabo 160 obras, en su mayoría ambiciosas piezas de gran formato de las que el Museo del Prado posee el conjunto más importante (Felipe IV compró estos fondos a la viuda de Van Dyck tras su muerte). Noventa de estos trabajos, entre pinturas y dibujos, formarán parte desde el próximo día 20 de la primera muestra dedicada al artista hasta la fecha en España, “El joven Van Dyck”, que estudiará de forma exhaustiva esta etapa de juventud del maestro que aprendiera los rudimentos de la pintura en el taller de Van Balen.
Su talento, evidentemente precoz, queda de manifiesto en la cantidad y calidad de esta selección de trabajos tempranos, que, por sí mismos y aunque no hubieran tenido continuidad en su producción madura, ya convertirían a Van Dyck en uno de los pintores europeos más destacados del periodo Barroco.
Entre las piezas presentes en esta muestra, abierta hasta marzo de 2013 y patrocinada por la Fundación BBVA, figuran pinturas tan originales como El prendimiento, custodiada por el propio Prado; San Jerónimo en el desierto, cedido por la Gemäldegalerie de Dresde o La entrada de Cristo en Jerusalén y La lamentación, que proceden respectivamente del Indianapolis Museum of Art y del Ashmolean de Oxford y que muestran la faceta más experimental de Van Dyck, llamando nuestra atención por su impacto visual.
Van Dyck. El Prendimiento, ca. 1620 – 1621 y La coronación de espinas, ca. 1618 – 1620. Ambos en el Museo Nacional del Prado, Madrid
No faltará tampoco La coronación de espinas, que también forma parte de los fondos de la pinacoteca madrileña y presenta claras influencias de las figuras de Rubens, para quien el pintor de Amberes, que entonces buscaba crear las claves de su propio estilo (más agresivo, estilizado y moderno), también trabajó entre 1617 y 1621.
Van Dyck. Estudio para dos cabezas, ca. 1618 – 1620. Musée des Beaux-Arts, Lyon
En definitiva, la muestra nos permite tener acceso a una faceta menos conocida del artista: las dudas y contradicciones propias de su edad (entre los 14 y los 22 años), pero también sus ganas de destacar en el taller, su calidad y su originalidad.