La mayor retrospectiva hasta la fecha de Anthony Gormley se exhibe en el MARCO de Monterrey
El londinense Anthony Gormley, Premio Turner en 1994, es objeto de una amplia retrospectiva, la mayor llevada a cabo hasta el momento, en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, en México.
Allí podremos contemplar una completa selección de sus esculturas, caracterizadas por indagar en las relaciones de interacción entre el cuerpo humano y su entorno y en los modos en que el ser humano puede sentir la libertad que le es propia a través de su físico. Interesado en su etapa más reciente por el problema de la concentración de individuos en las ciudades modernas y por las formas de relación surgidas entre la colectividad, el británico ha tratado, a lo largo de su trayectoria artística, iniciada a comienzos de los ochenta, de otorgar nuevos significados a nuestro cuerpo, de cuestionar su tradicional posicionamiento respecto al espacio y de conferirle un papel preponderante en la creación contemporánea, a la que considera en parte deshumanizada. Más allá de la elaboración de estatuas más o menos bellas, su objetivo último es investigar los ámbitos en los que las personas desarrollan su existencia y el modo en que actúan respecto a ellos. Emplea para ello materiales inusuales y simbólicos, desde el pan al plomo pasando por el caucho o la ropa, imprescindibles, según el autor, para aquellos individuos sólo preocupados por cubrir sus necesidades materiales. Los pasados días 18, 19 y 21 de septiembre, el público tuvo la oportunidad de participar de la instalación Allotment, alusiva a nuestra idea de comunidad, individualidad, memoria y convivencia. Se tomaron las medidas de 300 personas de distintas edades para a continuación fabricar cajas en las que sus cuerpos pudieran caber o habitar. La pieza estará lista en marzo de 2009 y en esa fecha pasará a formar parte de esta exposición.
Anthony Gormley