El bronce helenístico era Demetrio I

El Prado restaura y expone uno de los escasos bronces del periodo que se conservan

Madrid,

Desde el pasado 12 de junio, un inquilino del Prado nos espera con mejor cara. El centro exhibe una cabeza monumental de bronce que, tras ser restaurada, se ha identificado como Demetrio Poliorcetes, que vivió, aproximadamente, entre el 336 y el 283 a. C.  Durante unos meses, la obra puede verse en la rotonda baja de Goya del edificio Villanueva.

Este retrato de Demetrio I tiene una importancia fundamental y está rodeado de misterio: es uno de los pocos retratos helenísticos de este tamaño y de esta calidad que aún se conservan, pero se desconoce dónde se encontró. Probablemente formó parte de una estatua monumental de cerca de 3,50 metros de altura. Para hacernos una idea, la escultura conservada más parecida sería seguramente el Potentado de las Termas, que posee el Museo Nazionale Romano, fue creada un siglo y medio más tarde y mide un metro menos.

La calidad de la escultura se hace notar en los bucles de la cabellera, delicadamente distribuidos sobre la cabeza, y en la maestría de la fundición con la técnica de la cera perdida, usada en la escultura griega para fundir piezas pequeñas, como cabeza, torso, brazos y piernas,  que luego se ensamblaban entre sí para dar lugar a una escultura de gran tamaño.

La primera propietaria conocida de esta imagen de Demetrio I fue la reina Cristina de Suecia y, tras su llegada a España en 1725, quedó depositada en el Palacio de la Granja de San Ildefonso como parte de la colección de Felipe V e Isabel de Farnesio hasta que entró a formar parte de las colecciones del Museo del Prado hacia 1830.

Retrato de Demetrio Poliorcetes. Museo Nacional del Prado
Retrato de Demetrio Poliorcetes. Museo Nacional del Prado

ASÍ FUE RESTAURADO DEMETRIO I

Recientes investigaciones han permitido identificar este personaje con el general y rey helenístico Demetrio I, llamado Poliorcetes por sus afortunados asedios a ciudades enemigas. Junto con su padre, el diádoco Antígono I, Demetrio fue el primer sucesor de Alejandro Magno.

Antes de la intervención desarrollada en el Prado, el estado de conservación del retrato de Poliorcetes daba fe de su poco apacible vida, sus viajes y restauraciones previas. Con el fin de preservarla, estas intervenciones ocultaban la superficie original del bronce bajo capas de adhesivos, betunes y pintura.

La del Prado ha buscado recuperar la superficie y el color original de la escultura, estabilizar y proteger los materiales que la componen, sobre todo el bronce; y reforzar su estructura interna para evitar las tensiones estructurales que provocan las fisuras. Para ello, se ha diseñado un soporte resistente y estable que no cubrirá áreas de superficie original.

Se han eliminado las resinas, adhesivos, protecciones y betunes de antiguas intervenciones sobre la superficie del bronce; se han situado en su lugar original algunos fragmentos que estaban mal colocados y se han elaborado nuevos sistemas de fijación puntuales y reversibles.

Además, para facilitar su conservación, se ha diseñado un soporte específico forrado de material de amortiguación que reparte el peso de la obra sobre el soporte, evitando las zonas de apoyo que suponen puntos de presión. También se ha planteado un sistema de andas ocultas, que se extraen durante los traslados y permiten desplazar la escultura con seguridad sin necesidad de tocar directamente el bronce.

¿QUIÉN FUE DEMETRIO POLIORCETES?
La identificación de la persona representada no ha sido sencilla porque no presenta atributos inequívocos ni rasgos claros.

En la vista frontal  de la cabeza se reconoce la tipología ideal del arte griego para representaciones de dioses y héroes, pero en las vistas de perfil se pueden reconocer los rasgos de un retrato: una frente abombada y musculosa, ojos hundidos, cara oblonga y boca ligeramente abierta.

Alejandro Magno, que se representó como dios y como héroe, fue el primero en hacerse retratar conforme a este modelo, y después lo imitarían los diádocos.

Un retrato de mármol hallado junto a otros retratos de soberanos helenísticos en la Villa de los Papiros de Herculano, que se interpreta también como retrato de Demetrio Poliorcetes, tiene en común con esta cabeza un peinado parecido y los mismo rasgos fisonómicos.

Muerto Alejandro en 323 a.C., la diadema simbolizaba su poder absoluto sobre Asia y se convirtió en la insignia más importante de los reyes helenísticos. Sin embargo, esta diadema no aparece en el retrato de Demetrio Poliorcetes y otros retratos parecidos, quizá porque tras la muerte del Magno otros no se atrevieron a representarse como él.

En 307 a. C., Antígono I  y su hijo Demetrio I, con casi 30 años, fueron proclamados reyes por los atenienses, pero, según Plutarco, ambos evitaron hacerse llamar reyes por ser este el único atributo regio reservado en exclusiva a los descendientes de Filipo y Alejandro. Un año después, en 306, cuando Demetrio derrotó en Chipre a la flota de Ptolomeo (367-283 a. C.), la asamblea del ejército macedonio declaró a Antígono I y a su hijo Demetrio I reyes de Asia, y les mandó la diadema como sucesores de Alejandro.

Conforme a estos datos, la ausencia de la diadema podría significar que el bronce del Prado fue creado antes de este suceso, en 307 a. C., cuando Demetrio Poliorcetes y su padre Antígono I eran reyes de Atenas.

 

Comentarios