El arte urbano brasileño saca los colores a Frankfurt

Alexandre Orion. Frankfurt am Main, 2013

 

 

Coincidiendo con la participación de Brasil como país invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt de este año, la Schirn Kunsthalle abre desde hoy una muestra dedicada al riquísimo desarrollo del arte urbano de aquel país, que, en términos de contenido y estética, difiere significativamente del Street art europeo y norteamericano y que si por algo destaca es por su vivo cromatismo y su dinamismo, también por su ausencia de texto escrito y por su plasmación estrictamente visual de contenidos de carga política e histórica que apelan al espectador.

Vinculado inevitablemente a la situación política y social de un país extremadamente complejo en estos aspectos, el arte urbano brasileño se ha desarrollado conforme a estilos y técnicas variadísimos y, para acercarnos a esa diversidad, Schirn Kunsthalle ha seleccionado a once artistas y colectivos, procedentes en su mayoría de Sao Paulo, la meca del Street art brasileño junto a Río de Janeiro y Curitiba. Sus trabajos no sólo podrán verse en los muros de este centro, también en algunos barrios de Frankfurt y en su metro, así que esta muestra ha escapado de las paredes del museo para alterar la imagen cotidiana de la ciudad alemana.

Encontraremos graffitis figurativos y abstractos, de temática liviana y alegre o vinculada a la crítica social; murales de gran tamaño e intervenciones efímeras sin pretensiones y para conocer mejor el sentido de cada obra y acceder a vídeos sobre sus autores, la Schirn Kunsthalle ha creado una app gratuita disponible aquí.

La vitalidad del arte urbano brasileño se encuentra muy relacionada con la historia reciente del país. Tras dos décadas de dictadura militar, el fuerte deseo de promover la libre expresión y el desarrollo de la opinión pública desembocó en el desarrollo de una contracultura urbana promovida a menudo por el poder político. En contraste con el carácter furtivo que el graffiti mantiene en parte en muchas ciudades europeas y estadounidenses aún hoy, en Brasil no sólo es tolerado por una amplia mayoría social, sino que se acepta comúnmente y sin ambages como una manifestación más de la cultura visual de hoy. Distinguen entre el llamado pixação (firmas) y el graffiti que conciben como mural a gran escala, de tendencia figurativa o abstracta. Este último tipo de piezas serán las que podremos ver en la muestra de la Schirn Kunsthalle, que inicia su recorrido con trabajos de la llamada primera generación de graffiteros, como Vitché, Speto y Tinho, que nacieron a finales de los sesenta y comienzos de los setenta e invadieron las calles con sus diseños tras la caída de la dictadura.

 

Tinho. Frankfurt am Main, 2013

 

Ante la escasez de recursos en algunos casos y el precio relativamente alto de los sprays, optaron por servirse de rodillos y pintura y pusieron color a su visión de los problemas políticos, medioambientales y sociales de entonces y también a elementos de una reivindicada cultura indígena.

Los arabescos ornamentales de Zezao pueden contemplarse en los barrios menos favorecidos de Sao Paulo, buscan la tridimensionalidad y cuentan con un potente contenido social. Nos ofrecen un collage de motivos europeos, africanos y brasileños y reproducciones de los mismos podrán contemplarse en algunos de los techos de la Schirn Kunsthalle.

 

Zezão. Frankfurt am Main, 2013

En los alrededores del Stadthaus nos sorprenderán los graffitis geométricos de vivas tonalidades de Gais. Realizando estos trabajos abstractos sobre las favelas de Río quiso asociar alta cultura y público masivo y sus obras parecen querer indagar los mundos invisibles que se encuentran tras las apariencias.

 

Gais. Frankfurt am Main 2013

 

Mundos oníricos poblados por seres fantásticos pueblan la producción del dúo formado por Jana Joana y Vitché, que han trabajado juntos durante quince años. Sus payasos, arlequines y aves forman parte de la imagen cotidiana del distrito de Cambuci, en Sao Paulo, donde ambos viven, y ahora nos sorprenderán también en la escalera exterior de la Schirn Kunsthalle.

Herbert Baglione logró que el público olvidara sus pixaçãos difundiendo en las calles de esa ciudad el mensaje de que “Cobal”, el pseudónimo que utilizaba, estaba muerto, allá por 1997. Desde entonces ha trabajado bajo su nombre real y pinta criaturas fantasmales sobre las aceras, figuras siempre vinculadas al entorno más cercano donde se encuentran de forma más o menos explícita.

 

Herbert Baglione. Frankfurt am Main, 2013

 

Las obras de Oneto buscan encontrarse de forma espontánea con el peatón y llaman la atención sobre cuestiones políticas o sociales. En Frankfurt nos espera en la a Neue Mainzer Straße 57 y 59.

Son sólo algunas de las propuestas que la Schirn Kunsthalle nos brinda en la exposición “Street-Art Brazil”. Os animamos a conocer el resto aquí.

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