Una muestra en el Palazzo Fortuny de Venecia repasa la influencia de Wagner en las artes visuales italianas de los siglos XIX y XX
Con motivo del bicentenario del nacimiento de Richard Wagner en Leipzig, que se conmemora el año que viene, el veneciano Palazzo Fortuny presenta, hasta el 8 de abril, una completa muestra centrada en el análisis de la impronta de la obra del compositor alemán en las artes visuales italianas de finales del s XIX y comienzos del XX, un tema nunca analizado hasta la fecha en ninguna exposición específica.
El wagnerismo fue en su época una auténtica moda cultural que gozó de una amplia penetración, no sólo en la música europea, también en la pintura y la literatura, que entonces caminaban en los senderos trazados por el Simbolismo, el Naturalismo y el Modernismo. El eje de esta muestra veneciana lo constituye el llamado Ciclo Wagneriano de Mariano Fortuny, que se presenta al público por primera vez al completo y que comprende cuarenta y siete pinturas custodiadas por el propio Palazzo Fortuny y numerosos grabados. Junto a ellos, podemos ver trabajos de Lionello Balestrieri, Giuseppe Palanti, Cesare Viazzi, Eugenio Prati, Gaetano Previati, Alberto Martini o Adolfo Wildt inspirados en los personajes y dramas manejados por Wagner en sus composiciones y, como complemento a ellos, se exponen también piezas de artistas posteriores, como Joan Brossa, Anselm Kiefer, Tàpies o Bill Viola, influenciadas por el imaginario wagneriano.
Comisariada por Paolo Bolpagni y Daniela Ferretti, esta exhibición se desarrolla en las plantas baja, primera y segunda del Palazzo Fortuny y consta de 150 obras entre pinturas, grabados, dibujos y esculturas. No faltará una maqueta del teatro de Bayreuth (recientemente restaurado) llevada a cabo en 1903 por el propio Fortuny.