El argot de Emilio Gañán

Nació en Plasencia en 1971, en el año 2000 se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y desde entonces ha obtenido becas del Colegio de España en París, la Casa de Velázquez, el Ministerio de Exteriores para nuestra Real Academia en Roma o la Diputación Foral de Guipúzcoa, y ha mostrado sus trabajos, marcados por un personal vocabulario geométrico, en la Sala El Brocense, la también cacereña Galería María Llanos, Bores & Mallo, la sala Fernando Pradilla o la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Ahora, hasta el 29 de enero, podemos ver la obra de la última década de Emilio Gañán en la Galería Alarcón Criado de Sevilla bajo el título de “Argot”, en referencia a los recursos expresivos que componen su consolidado lenguaje: puntos, líneas y planos cuyas relaciones el artista ha hecho evolucionar a lo largo de los años. Su momento actual lo define Javier Hernando como “geometría sensible”, en referencia a la combinación del rigor de las formas con una aplicación sensual y cuidadosamente orquestada del color.

El artista se mantiene fiel a la pintura y a la geometría sin por ello huir de otras disciplinas y soportes surgidos en el desarrollo de su procedimiento de trabajo, y confiesa buscar la forma pura, la que puede emocionar al espectador a partir de patrones abstractos sin tener como misión la expresión de una narración o significado concretos. Concibe el cuadro, en suma, como objeto con poder de talismán transformador. Pese a su frialdad aparente, los procesos creativos de Gañán no son del todo estrictos ni matemáticos, aunque maneje en ellos valores y emociones numétricas.

Encontramos en Alarcón Criado geometrías depuradas elevadas a su máximo valor plástico, tramas lineales que originan perspectivas inesperadas y que generan cierta inquietud, emoción y belleza en la exactitud y la armonía, ritmos en los encuadres.