2026 traerá al Museo Picasso Málaga exposiciones donde volverán a plantearse lazos entre el legado picassiano y la obra de artistas actuales o que le fueron contemporáneos, con el afán de promover la investigación en torno a lecturas alternativas del arte y procurar al público una visión poliédrica y quizá inesperada de la vigencia del genio andaluz en la creación reciente.
El 23 de enero se abrirá la primera muestra del nuevo año en ese centro: “Antígona”, dedicada a la autora conceptual Elena Asins. En el décimo aniversario de su muerte, se subrayará el rigor con el que exploró lenguajes matemáticos, poéticos y visuales a través de dos trabajos: la propia instalación Antígona, que prestará para la ocasión el Museo Reina Sofía como obra invitada, en la que los caracteres de ese nombre, presentados en acero corten y negro intenso, remiten al pesado duelo por la muerte de quien iba a ser sepultada viva; y Hemon, un audiovisual también vinculado a la hija de Edipo, su lucha contra la autoridad y la tragedia de Sófocles.

Ya en mayo llegará a Málaga Joana Vasconcelos, cuya última gran exposición española tuvo como sede el Palacio de Liria de Madrid. Su exhibición en el Museo Picasso se titulará “Transfiguración”, en referencia al propósito de la artista portuguesa de transformar y dotar de nuevos significados a determinados lados de la realidad, y contará con sus esculturas e instalaciones monumentales realizadas con materiales cotidianos, como textiles, cerámicas o azulejos, vinculados a identidades colectivas.


Se prevé muy esperada la gran propuesta otoñal de este centro: “Munch-Picasso. Influencias y afinidades”, la primera muestra que tratará de poner de relieve sus puntos comunes; fundamentalmente, el deseo de experimentación y de canalizar en la pintura sus obsesiones.
Bajo el comisariado de Paloma Alarcó, Jefa del Área de Conservación de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza, se organizará en colaboración con el Munchmuseet de Oslo y la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso y reunirá un centenar de lienzos, grabados y dibujos.


Y la última de las exposiciones que el Museo Picasso acogerá supondrá el regreso a este espacio de Miquel Barceló. Tras su paso por el Museo de Almería, de marzo a junio llegará a Málaga “Reflejos. Picasso x Barceló”, que aunará cerámicas de ambos incidiendo en su común mirada a la tradición y el arte clásico, en conexión con los fondos del Museo de Cádiz.
Por otro lado, la actual presentación de la colección permanente del museo, bautizada como “Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra” ha sido prorrogada: permanecerá en el Palacio de Buenavista hasta 2028 en lugar de hasta 2027, como estaba previsto. Comisariada por Michael FitzGerald, profesor de Historia del Arte en el Trinity College de Hartford, quiere subrayar la coherencia de la andadura picassiana más allá de la evidente diversidad estética de sus pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos y obra gráfica.

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