PAC Murcia 2010: 12 meses, 6 artistas y un espacio, la Sala Verónicas
La Consejería de Cultura y Turismo de la Región de Murcia organiza el festival PAC Murcia 2010, que este año ha variado su formato expositivo contando como comisario con el mexicano Cuauhtémoc Medina. A lo largo de los próximos doce meses, Jimmie Durham, Cristina Lucas, Kendell Geers, Tania Bruguera, Rivane Neueschwander y Francis Alÿs transformarán con sus trabajos sucesivamente la Sala de Exposiciones Verónicas, modificando, destruyendo o elaborando su obra sobre la intervención del artista interior.
A través de Dominó Caníbal, Medina propone un modelo de feria de arte completamente distinto al de las bienales, las muestras en museos o las intervenciones site-specific, tomando como punto de partida las reglas del juego del dominó, conocido en casi todas las culturas. El llamado efecto dominó, según el planteamiento de esta serie de exhibiciones, se refiere a la cadena de hechos históricos que tuvieron lugar entre colonialismo, postcolonialismo y globalización ligada al capitalismo. Las implicaciones culturales, artísticas y económicas de ese desarrollo de acontecimientos serán objeto de exploración por parte de los artistas que participarán e interactuarán en PAC 2010. Cada uno de ellos actuará sobre lo ya ideado por el creador precedente, haciéndolo también parte de su obra, destruyéndolo o rehaciéndolo, en definitiva, tratando de poner en valor el proceso creativo de la obra de arte y la importancia de la participación como mecanismo de acción propio y valioso en el conjunto del arte actual.
El escultor estadounidense Jimmie Durham inaugurará este proyecto tomando la Iglesias de Verónicas (sala de exposiciones permanente de esta muestra) como eje vertebrador de su trabajo, sirviéndose de ella para cuestionar las fronteras entre lo sagrado y lo profano en el mundo occidental. En la nave del templo ha dispuesto objetos y residuos muy diversos y siempre mundanos, desde pedazos de cemento, barriles o alambres hasta fragmentos de vidrios. El propósito último de Durham es conectar de nuevo el interior de la iglesia con lo que primigeniamente se expulsó de ella para convertirla en un espacio plenamente sagrado. Su bricolaje desordenado invade nuestra concepción de especialidad trascendente, ofreciendo a nuestros ojos el caos que rechazamos.
Las piezas que el norteamericano exhibe en Verónicas fueron recolectadas en la ciudad de Murcia y su entorno a lo largo de un mes. De ese modo, según el comisario Cuauhtémoc Medina, Durham invita a Cristina Lucas, y ella lo hará al resto, a continuar contaminando nuestra idea de paraíso.