Francisco Calvo Serraller
En el espectacular conglomerado de oferta artística en que se ha convertido la Bienal de Venecia, que no sólo se limita a lo exhibido en los recintos oficiales, hay, a mi juicio, diez citas visuales imprescindibles que paso a enumerar: 1.
– La extraordinaria retrospectiva del pintor Lucien Freud, en el Museo Correr, comisariada por William Feaver, con una selección de 91 obras realizadas entre 1947 y 2005.
2.- La instalación de Kiki Smith Homespun Tales. Storie di occupazione domestica en la Fondazione Querini-Stampalia.
3.- Los pabellones nacionales, Argentina con Jorge Macci.
Austria con Hans Schabaus.
Francia con Annette Messager, quien ha recibido muy justamente el premio del mejor pabellón.
Japón con Miyako Ishiuchi.
República Popular China con Yung Ho Chang.
España con Antoni Muntadas.
Estados Unidos de Norteamérica con Ed Ruscha.
Suiza con Pippilotti Rist.
4.- La exposición de Francesco Vezzoli en la Fondazione Giorgio Cini.
5.- La muestra Modigliani a Venecia, tra Livorno è Parigi en la Biblioteca Nacional Marciana. 6.- La exposición sobre dibujos de Jackson Pollock y su entorno en el Museo Peggy Guggenheim. 7.- La exposición La experiencia del arte, de María de Corral. 8.- La muestra Siempre un poco más lejos de Rosa Martínez, estas dos, como es sabido, responsables mayores de esta 51 Edición de la Bienal, que sobre todo por la claridad de sus respectivos montajes y dejando de lado la valoración que casa cual pueda hacer de sus propuestas, hay demasiados artistas seleccionados como para hacer aquí distingos.
9 y 10.- La propia ciudad de Venecia, sus museos y las múltiples exposiciones que exhiben ahora sobre los temas más diversos.