El Wallraf-Richartz-Museum de Colonia dedica una muestra al par de zapatos pintado por el holandés en 1886
Mañana dará comienzo “Vincent van Gogh: Shoes. A painting as our guest”, muestra que el Wallraf-Richartz-Museum de la ciudad alemana de Colonia dedicará al par de botas negras y desgastadas que el maestro holandés pintó en 1886 y que, pese a su aparente banalidad, se han convertido en los zapatos más intensamente discutidos de la historia del arte. Filósofos y estudiosos se inspiraron en esta obra para articular sus reflexiones en torno a la función del arte, el valor de la interpretación que los espectadores pueden desarrollar en torno al mismo e incluso la naturaleza de la existencia.
Colonia, 17/09/09
Comenzando por Martin Heidegger, que tras contemplar la pintura en Ámsterdam escribiría su ensayo El origen de las obras de arte, estudiosos como Meyer Schapiro, Jacques Derrida, Ian Shaw o Stephen Melville iniciaron fascinantes investigaciones académicas en torno a Shoes.
Todos ellos ahondaron en el misterio de la procedencia de estos zapatos, se preguntaron quién sería su dueño y qué intención tuvo Van Gogh al pintarlos. Según Heidegger, representan las abolladas botas de una campesina, desgastadas por el esfuerzo característico de su trabajo y del de todos los que entonces vivían del campo; para Shapiro, por el contrario, eran los zapatos de un habitante de ciudad y el pintor quiso autorretratarse metafóricamente a través de ellos. Sin embargo, el filósofo francés Derrida creyó contemplar que eran diferentes entre sí y pertenecían a pares distintos.
La exposición que mañana abrirá sus puertas en el Wallraf de Colonia exhibirá tanto el cuadro como un compendio del material documental que ha generado, y que podrá seguir generando si algún espectador decide continuar anteriores estudios en torno a las misteriosas botas.
Fotografía: Vincent Van Gogh. Shoes, 1886
Una respuesta a “Debates filosóficos en torno a las botas de Van Gogh”
Marcela Lamas Gomez
Para mi representa el desgaste del día a día.
La no superación , porque siempre los zapatos acaban igual ; gastados , siempre la misma imagen.
Son los que forman parte de nuestra base , soporte corporal al sujetarnos durante todo el día en las tareas que realizamos .
Como si no hubiera posibilidad de cambio para quienes los utilizaban, resignación en el juego de la vida.
Triste, pero creo que con todo el avance actual si hoy volviera a pintarlos, no cambiaría nada.
La mayoría de los seres humanos continúan tristes gastados, resignación en el día a día y muy pocos son los que se colocan otros zapatos.
Una bonita imagen como metáfora a la empatía