Tras la buena acogida del proyecto “La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa”, que el Museo del Prado presentó en el verano del año pasado, la pinacoteca, contando con tecnología AirParfum de la firma Puig, ha desarrollado un difusor especial que llamará nuestra atención, de manera permanente, sobre algunas pinturas que ponen de relieve la importancia de la cultura olfativa en la Edad Moderna.
Situado en la sala 56, emite una fragancia elaborada conforme a una receta del siglo XVII de un guante perfumado de ámbar, elemento presente en varios retratos de Antonio Moro expuestos en este espacio.
La instalación surge de la colaboración entre Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado, y Gregorio Sola, perfumista senior de Puig.
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