El Museo del Prado exhibe por primera vez un San Juan Bautista atribuido a Tiziano tras su restauración. Formaba parte de sus fondos desde 1872
“Tiziano. San Juan Bautista”
MUSEO NACIONAL DEL PRADO
Paseo del Prado, s/n
28014 Madrid
Del 6 de noviembre de 2012 al 10 de febrero de 2013
De lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas
Domingos y festivos, de 10:00 a 19:00 horas
El Museo del Prado muestra, por primera vez en sus salas (en concreto en la sala D del Edificio Jerónimos), la obra San Juan Bautista, fechada hacia 1555 y atribuida recientemente a Tiziano tras estar catalogada, desde su llegada a la pinacoteca en 1872, como anónimo madrileño del siglo XVII.
Tras varios años de estudio y restauración, la pieza, depositada entre 1886 y 2007 en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Cantoria (Almería), se ha identificado como un original del artista veneciano basada en una versión anterior al San Juan Bautista ubicada en la Galleria dell’Accademia de Venecia, pintado hacia 1530-1532.
Hasta el 10 de febrero de 2013 la obra de Tiziano, propiedad del Museo del Prado, permanecerá expuesta junto a las otras dos obras que se conservan del pintor dedicadas a San Juan Bautista y que forman parte del catálogo tradicional del artista; la más temprana, custodiada en la Galleria dell’Accademia de Venecia, y la última, conservada en el monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Este San Juan Bautista es la única obra de Tiziano del Museo del Prado que no procede de la Colección Real, sino del Museo de la Trinidad. Llegó al centro en 1872 como “anónimo madrileño del siglo XVII” y, bajo esa atribución, fue enviado, catorce años después, a la citada parroquia almeriense. En el catálogo de la exposición “Tiziano”, que el Prado presentó en 2003, Miguel Falomir ya proponía que la obra podía ser la copia puntual de un San Juan Bautista de Tiziano perdido y, cuatro años después, la pinacoteca comenzó su estudio, que reveló que no era una copia sino un original del artista veneciano atendiendo a sus características técnicas, como la preparación de albayalde con adición de carbonato cálcico, y a la similitud del paisaje con los de otras obras de Tiziano de inicios de la década de 1550, que permiten fechar en aquel tiempo el cuadro del Prado.
El San Juan Bautista del Prado llegó al museo en mal estado de conservación y su restauración, a cargo de Clara Quintanilla, ha permitido recuperar la legibilidad de su composición al restablecer el equilibrio de la figura con su entorno. La relevancia de este nuevo San Juan Bautista no es tanto como documental, ya que se ha comprobado que fue una de las composiciones religiosas de Tiziano más populares en España a raíz del elevado número de copias que se han localizado.
Las más tempranas proceden de Zaragoza y sus alrededores, lo que sugiere que su primer propietario debió residir allí, y probablemente fuera Martín de Gurrea y Aragón. La pieza ofrece además un testimonio excepcional sobre el modo en que Tiziano replicaba sus composiciones: cuando pintaba una obra, previendo eventuales encargos, solía realizar simultáneamente una copia que se conservaba en la bottega hasta que decidía transformarla en una réplica. Para ello, introducía pequeños cambios que la diferenciaban de la composición de la que derivaba y convertían la réplica en un nuevo original. En ese momento se hacía una nueva copia, a fin de guardar un ricordo para eventuales réplicas. En conclusión: no hay dos tizianos idénticos. Este proceso se observa en las radiografías de las obras que se incluyen en la exposición, ya que muestran invariablemente la composición de la que parten.
Si queréis saber más sobre la obra, podéis asistir, el 28 de noviembre a las 18:30 horas, a la conferencia impartida por Miguel Falomir en el Auditorio del Prado o a los itinerarios didácticos que la pinacoteca ha programado los miércoles (11:00 horas) y jueves (17:00 horas) del mes de enero en la propia Sala D del Edificio Jerónimos. Para participar en estas últimas charlas, es necesario inscribirse 15 minutos antes en el Área de Educación del vestíbulo.