David Harrison y sus mitologías personales

A partir de ellos configura un universo personal e imaginario en el que se entremezclan lo mágico y lo cotidiano y lo fantástico y lo prosaico, un universo que queda patente en las esculturas, pinturas y collages que la galería londinense Victoria Miró expondrá entre el 3 y el 26 de septiembre bajo el título de “Existence”. Conforman la muestra una instalación a gran escala, esculturas recientes de Harrison y pinturas que celebran el poder embriagador de la naturaleza y su extraordinaria capacidad para dominar nuestros sentidos. Cada una de las obras se inspira en un aroma diseñado por el histórico perfumero Guerlain, artífice de esencias que evocan en el creador inglés visiones alucinantes del inframundo, un mundo que, en su visión, se asemeja mucho al nuestro pero que está plagado de imágenes alusivas a la magia negra. Nuestra guía por aquellos espacios soñados es una musa de apariencia muy glamourosa y un elenco de animales cuyo aspecto asociamos a la brujería: liebres, gatos y lechuzas con cualidades humanas que se ríen de nuestras locuras y de nuestra destrucción consciente del hábitat del que dependemos. La producción de David Harrison muestra la naturaleza como una fuente de fecundidad sin fin capaz de embellecer una y otra vez lo que el hombre afea. Para “Existence”, el artista ha diseñado una de sus obras más ambiciosas hasta la fecha, un diseño arquitectónico de catorce metros de altura que evoca una estructura gótica con cuatro torres negras como el carbón cuyas ventanas ojivales señalan a la tierra en lugar de al cielo. Su exterior es oscuro y confuso, y en su interior el espectador contemplará las figuras giratorias de diversos espantapájaros, alrededor de los cuales podrá escuchar el fantasmal sonido de las palomas.

David Harrison

David Harrison