La Sala Alcalá 31 presenta, por primera vez en Madrid, la obra del aclamado creador británico
Darren Almond. Artic Plates
Darren Almond. “Atmos”
SALA ALCALÁ 31
c/ Alcalá 31
28014 Madrid
Del 6 de junio al 4 de agosto de 2013
La Sala Alcalá 31 acoge, por primera vez en Madrid, y dentro del programa de PHotoEspaña, una exposición sobre Almond, que bajo el título “Atmos” reúne algunas de sus series de fotografía, pintura y escultura, así como una espectacular videoinstalación, All Thing Pass, que constituye el núcleo de la exposición.
Chance Encounter 405
Almond (Wigan, 1971) ha transformado el espacio de la Sala Alcalá 31 para hacernos participes de algunas de las ideas que siempre le han interesado, como son el tiempo, el viaje y la exploración. Comenzando por sus esculturas, desde el año 2000 destacan en su producción las piezas basadas en relojes, con las que el artista pone de relieve la obsesión de nuestra cultura por calcular el tiempo. Así ocurre con Atmos Clock: un reloj que nos recibe a la entrada de la sala y cuya particularidad es que funciona mediante los cambios de la presión atmosférica. Además de dar título a la exposición, la clave de esta obra está en que tiene una cámara oculta vinculada a un proyector ubicado en la planta alta.
Se exhibe también Rauschenberg’s Mantle Piece, una escultura-aparato que funciona mediante los cambios en la intensidad de la luz al modo de un radiómetro, y que remite a las formas de los instrumentos científicos experimentales.
Junto a estas dos piezas se incluyen algunas de la serie Trainplates, frases poéticas inspiradas en las señalizaciones de las estaciones británicas que tanto han fascinado a Almond desde su adolescencia.
Rauschenberg’s Mantle Piece y Black Chance 605470614539409352
La pintura tiene aquí como protagonista a Black Chance 605470614539409352, una obra realizada especificamente para Alcalá 31. Es un gran mural que alcanza los 7 metros de altura, formado por 135 paneles unidos. Al igual que otras pinturas de la muestra, nuevamente nos habla de esos relojes numéricos de estación o aeropuerto que marcan el paso del tiempo, los desplazamientos y el efecto que todo ello causa en los individuos.
Se completa esta selección con una serie de obras sobre papel, Vertical Plots and Doppler Dots, realizada en 2013, y la pieza Perfect Time (6X3) formada por 18 relojes digitales manipulados y sincronizados.
Bajo el sol y la luna
En la planta baja encontramos una de sus series más conocidas, la titulada Present Form: cinco gandes fotografías que representan los monolitos que conforman el gran complejo megalítico sagrado de Stennes en la Isla de Orkney, al norte de Escocia. La colocación de las fotos en la sala nos sitúa en el centro de un círculo imaginario. La disposición circular de este complejo sugiere un funcionamiento al modo de una especie de reloj solar y estacional. De nuevo, el tiempo y su medición aparecen en escena.
Si el sol tenía su importancia en Present Form, la luna también es fundamental en el trabajo de Almond, a quien le gusta utilizar la luz de la luna en sus fotografías, lo que le obliga a utilizar tiempos de exposición muy prolongados, de unos treinta minutos. El resultado es sorprendente en la serie Fullmoon, que muestra paisajes de todo el mundo bajo una luz inquietante, que no pertenece propiamente ni al día ni a la noche, y en los que el tiempo parece haberse detenido. En esta ocasion, los paisajes de esta serie que podemos ver en la planta alta de Alcalá 31 corresponden a Arctic Plates, 16 escenas casi monocromáticas capturadas en el Ártico.
All Thing Pass
Como avanzábamos al comienzo de esta noticia, la obra fundamental de la exposición es All Thing Pass (2012): una videoinstalación de 30 minutos, articulada en cinco pantallas de proyección, que fue rodada en Chand Baori (Rajastán, India), en el mayor aljibe escalonado del mundo.
Se trata de una pieza de una gran intensidad estética y que tiene un montaje espectacular y técnicamente muy complejo. Las proyecciones están sincronizadas además a una pieza musical tradicional en la que intervienen cuatro músicos.
All Thing Pass (2012). Cortesía Galerie Max Hetzler, Berlín
Las imágenes están tomadas en este pozo del siglo VII d. C. que fue diseñado para recoger la lluvia del monzón. Otra vez las escenas nos recuerdan el paso del tiempo, en este caso concretamente a través de las estaciones del año. También las sombras, el día y la noche inciden en esa vision de la transformación del espacio y de las cosas. Las imágenes combinan instantes de la estación seca y la estación húmeda, y recogen el momento de la irrupción de las primeras lluvias, que llegan al fondo del pozo creando cascadas a través de las escaleras y plataformas que lo conforman como una gigantesca pirámide invertida.