Crítico por un día
Hace tiempo que dejé de asistir a las inauguraciones oficiales. Prefiero disfrutar de las exposiciones en solitario o en petit comité. Sólo algún compromiso o la posibilidad de reencontrarme con alguien que de otra manera sería más complicado hacen que de vez en cuando me anime y acuda. Hoy no ha sido ni una cosa ni la otra, simplemente una locura transitoria que me ha llevado hasta la inauguración de PhotoEspaña en el Jardín Botánico. La infanta Elena, habitual de esta cita, o bien tenía un acto más serio o bien es que ya no vende tanto, con lo que este año venían a inaugurarlo los príncipes. El despliegue de seguridad obligaba a dejar despejada la vía de acceso a la escalinata donde tendría lugar la foto de familia y los invitados han sido retirados detrás de los arbustos que flanquean el camino que va de la Puerta del Rey al Pabellón Villanueva y algunos (los más amantes del cotilleo) aguardaban ansiosos retenidos tras unas vallas, tipo encierro de pueblo. Tanta seguridad y el discutible trato a los invitados y a la prensa llama la atención si se piensa que cualquiera que quisiera herir a los flamantes príncipes lo habría tenido facilísimo y no quiero dar ideas aunque también es verdad que posiblemente hoy allí tenía más enemigos la nueva Ministra, Ángeles González-Sinde, o más aún Esperanza Aguirre-. Afortunadamente, ninguno ha sufrido percance alguno y el único ataque que he presenciado ha sido el de la vergüenza ajena: una mujer de mediana edad que se había colado en el sarao con el deseo de ver por primera vez en su vida a los Reyes de España a los que no debía de conocer ni en fotografía- se ha dejado caer detrás de un seto cuando la comitiva estaba llegando a su altura, mientras decía con orgullo “he conseguido que miraran aquí”. Y sus ganas de llamar la atención o su despiste permanente no han acabado ahí porque, una vez recuperada la posición vertical, ha comenzado a gritar “Juan Carlos, Sofía, aquí, aquí. Juan Carlos” Y como alguno querrá saber algo de los protagonistas del evento, que no eran ni el festival PHE, ni la Fotografía, ni los artistas que participan con sus exposiciones en el Botánico, os diré que Felipe estaba sonriente como siempre y Leticia estupenda y más delgada que nunca, enfundada en un ajustado traje con estampado floral. Ah!, y que no vuelvo a una inauguración oficial.