Se fundó en 2006, inició sus actividades en 2007 y en la década transcurrida desde entonces la Casa Árabe ha buscado reforzar las relaciones políticas, culturales y económicas entre España y el mundo árabe y fomentar el conocimiento de su cultura en nuestro país. Esa labor le valió en diciembre del año pasado el Premio Sheikh Hamad de Traducción y Entendimiento Internacional.
Dirigida por Pedro Villena, se concibió como consorcio público del que forman parte la Comunidad de Madrid, la Junta de Andalucía, los Ayuntamientos de Madrid y Córdoba (donde también cuenta con sede desde 2011) y el Ministerio de Exteriores, y son tres sus líneas fundamentales de trabajo: economía, cultura y política internacional. También se desarrolla en la Casa la enseñanza de la lengua árabe para niños y adultos: aproximadamente 500 alumnos acuden cada trimestre a sus clases. Según ha señalado hoy Villena, unas y otras actividades de la Casa pretenden hacer “apología del potencial creativo y humanista de una pluralidad compartida”, luchar contra esa forma de exclusión y racismo que es la islamofobia y prevenir, en el camino, el extremismo desde un afán de comprensión e inclusión, conocimiento y entendimiento.
MÚSICA Y FOTOGRAFÍA PARA EL DIÁLOGO
En el ámbito de la cultura, en el que nos vamos a centrar aquí, el primer acto que nos traerá el décimo aniversario de Casa Árabe será un concierto (el próximo 12 de marzo, a las 19 :00 horas, en los Teatros del Canal), en el que tomará parte un virtuoso iraquí del laúd, que además de tocarlo lo enseña y que nos invita a todos a descubrir las posibilidades de diálogo intercultural que ofrece este instrumento. Se trata de Naseer Shamma, al que acompañarán en los Teatros, con el fin de convertir este concierto en un ejemplo de los valores difundidos por la Casa Árabe, el cantante sirio Mahmud Fares, la cantante marroquí Nabyla Maan y el jazzista español Perico Sambeat. Las entradas -sentimos decíroslo- ya están agotadas, pero no es la primera vez que Shamma ofrece su música en la Casa Árabe y pronto podremos volver a escucharlo en Madrid.
Entre el 18 y el 21 de mayo, en el auditorio y el jardín de la Casa se desarrollará el festival de cultura urbana Arabismos, que permitirá a jóvenes creadores españoles y procedentes de países árabes mostrar su visión de la actualidad a través de distintas disciplinas: arte, teatro, música y debates. También en ese mes, pero en una fecha aún por determinar, se presentará en este centro un libro editado por el Victoria & Albert Museum de Londres sobre sus fondos de Medinat al Zahra.
Ya en junio, y coincidiendo con PHotoEspaña, la Casa Árabe albergará una selección de fotografías procedentes de los fondos del coleccionista libanés Mohsen Yammime, muchas relativas a la vida social en Oriente Medio a principios de siglo, y en ese mismo mes, en colaboración con Casa África y el centro Sefarad, nos ofrecerá un concierto en el que se fundirá música árabe, africana y sefardí. Será el día 19 en un teatro madrileño por concretar.
Tras el verano, la sede cordobesa de la Casa Árabe organizará el seminario “Al Andalus y la ciencia medieval. Reminiscencias del pasado en el presente”, sobre los científicos que trabajaron en Al Ándalus, sus especialidades y mecenas. Será en septiembre; en octubre la sede madrileña nos presentará otro seminario, este sobre arabismo español.
Para cerrar el año, en noviembre podremos asistir en la capital al ciclo de conferencias “El « otro » en la construcción de la identidad europea contemporánea: árabes y musulmanes en Europa, en Madrid y Barcelona” y el 18 de diciembre a las celebraciones por el Día Mundial de la Lengua Árabe, en el que el centro homenajeará a los españoles premiados en la última edición del Premio Sheikh de Qatar.
En paralelo a este programa, la Casa Árabe madrileña y la cordobesa contarán con sus actividades habituales para la difusión de la cultura de la región: exposiciones, debates, cine, ciclos de conferencias…
Actualmente en Córdoba podemos disfrutar de las fotografías de la siria Carole Alfarah (hasta el 19 de abril). Las tomó en sucesivos viajes a su país entre 2012 y 2015 y no hay en ellas un reflejo literal de la guerra, sí un acercamiento respetuoso a las consecuencias de un conflicto como este en la condición humana.
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