Cosima von Bonin, entre el espacio y la música

Desde el pasado sábado, las instalaciones de Cosima von Bonin han tomado los espacios del MUMOK vienés. Su muestra lleva por título “HIPPIES USE SIDE DOOR. THE YEAR 2014 HAS LOST THE PLOT”, es una de las más amplias que hasta la fecha se han dedicado a esta artista de Mombasa internacionalmente y reúne un centenar de obras desde sus inicios hasta la actualidad.

Recorriendo esta antología veremos cómo Von Bonin ha dado cada vez mayor cabida a la instalación en su producción (que se compone también de fotografías, pinturas, esculturas y performances) y ha crecido también su interés por establecer una compleja red de vínculos entre las artes plásticas y la música. En sus proyectos ha contado en ocasiones con la participación de amigos y esta exposición vienesa se acompañará de conciertos.

Interesada por la proyección social de la labor del artista, la keniata recurre a menudo a la representación de historias individuales y colectivas para investigar los orígenes de la expresión cultural y la supervivencia de las identidades individuales frente a la colectividad. Lo doméstico y lo lúdico, la televisión, el techno y el pop se hacen también muy presentes en su trabajo, ambiguo en lo argumental y muy sugerente, aunque sencillo, en lo estético.

Por su gran tamaño, las instalaciones de Von Bonin convierten las salas donde se exponen prácticamente en un decorado de tejidos y materiales textiles que ella superpone, recorta o da forma. Otras veces pinta o escribe sobre ellos de forma aparentemente automática o, por el contrario, muy intencionada, creando patchworks que aluden a la sexualidad o los clichés de género o figuras gigantes semejantes a peluches. Da gran importancia a sus procesos de trabajo, tanta o más que al resultado final.

Su fascinación por los materiales evoca irremediablemente el gozo de los descubrimientos de la infancia; la contemplación de ésta y del resto de sus exposiciones remite a la hora del recreo.