Constelación gráfica: el cómic se hace instalación en el CCCB

Nueve jóvenes autoras de historietas exponen en Barcelona

Barcelona,

El cómic, también el experimental, vive un buen momento en nuestro país propiciado quizá por el boom de los ochenta y a él no son ajenas sus figuras más jóvenes; quizá sea pronto para considerarlas generación, pero sí comparten inquietudes: una mirada crítica e irónica hacia la inestabilidad y la incertidumbre que vienen marcando los últimos años (casi todos los de vida adulta de los nacidos en los ochenta y noventa). Nueve de esas autoras las reúne ahora el CCCB de Barcelona en una muestra, “Constelación gráfica”, que no pretende subrayar sus rasgos comunes, conceptuales y estéticos, frente a sus trayectorias individuales, pero sí incide en que sus propuestas diversas hablan de la riqueza hoy de una disciplina que en ciertos entornos aún parece pendiente de validación como género autónomo.

Las seleccionadas en esta exhibición, comisariada por la editora Montserrat Terrones, son Bàrbara Alca, Marta Cartu, Genie Espinosa, Ana Galvañ, Nadia Hafid, Conxita Herrero, María Medem, Miriampersand y Roberta Vázquez, artistas que, desde sus caminos personales, vienen trabajando en la transformación del lenguaje de la viñeta en favor de propuestas vanguardistas que revisan el costumbrismo desde una óptica actual o se acercan a la abstracción poética. El montaje de la exhibición también se aleja de lo esperado y escapa de la pared: sus propuestas ocupan el espacio manteniendo el reto de no dejar de lado la narratividad secuencial propia de este arte.

Las creadoras escogidas, todas ellas, nacieron en un tiempo que permitió la profesionalización de los creadores underground, favoreció la aparición de tiendas especializadas, salones institucionales y citas como GRAF, Gutter Fest, Tenderete, KBOOM! o Libros Mutantes y, en definitiva, dio pie a atraer nuevos lectores. Brotaron igualmente imprentas para la autoedición, sellos editoriales o librerías con una especial sensibilidad para estas propuestas; fue la época de voces como Dash Shaw, Marjane Satrapi y su Persépolis, Lisa Hanawalt o Simon Hanselmann y de la difusión del manga.

Los años recientes son, si no tan dinámicos para el cómic, sí propicios para su innovación y para que las jóvenes artistas lo adopten como medio expresivo y los temas abordados son los que les quedan cerca: dificultades para el desarrollo profesional, fe menguante en el futuro, desencanto y búsqueda de la supervivencia, que no de la satisfacción. Si Roberta Vázquez y Bàrbara Alca se valen del mencionado costumbrismo para hacer referencia a la situación socioeconómica, también Alca o Conxita Herrero aluden a los nuevos modos de relacionarnos, a la dificultad de entablar conexiones no superficiales. La hiperconectividad digital es ya percibida por estas autoras como una de las caras de la soledad.

La citada Vázquez se inspira en el underground pero se apropia, asimismo, de iconos pop propios de su generación y ha convertido el humor ácido en su sello; desde esa sátira sin concesiones aborda lo líquido y precario de nuestra sociedad. Convencida del carácter artesanal de su oficio y militante de la autoedición, ha articulado su discurso político en distintos registros para expresarse con libertad y se vale, además, de Instagram como campo de pruebas. Creadora de Mugre debajo del sofá, suyos son los personajes antropomórficos Pepperony Boy, Pement o Dunkilda, individuos poco sólidos inspirados en juguetes del pasado, y el narcisismo en redes es también uno de los asuntos más frecuentes en su trabajo.

Roberta Vázquez. Hago lo que puedo, 2021. Cortesía de la autora
Roberta Vázquez. Hago lo que puedo, 2021. Cortesía de la autora

Bàrbara Alca, por su parte, se expresa a partir de su alter ego: Pizza Chica, que se codea con hombres lobo, vampiras, elfos y animales antropomórficos; a través de ellos nos transmite esa angustia generacional ante un terreno económico y sentimental resbaladizo. Su producción tiene un fondo biográfico, atiende a lo pequeño y cotidiano y entrelaza inocencia y crítica inclemente, bebiendo de la animación de autor propia de los noventa.

Bàrbara Alca. Destiny's Child Orphanage, 2021. Cortesía de la autora
Bàrbara Alca. Destiny’s Child Orphanage, 2021. Cortesía de la autora

En cuanto a Conxita Herrero, autodidacta, sabemos que comenzó a interesarse por la historieta a los dieciocho y que siempre eligió la libertad de acción, la propia de quien se acercó a ese lenguaje desde sus fronteras y no siente el compromiso de respetar tradiciones; suele dejar fuera de campo la acción principal o utilizar globos de pensamiento que llevan su pensamiento fuera de los márgenes. La mayor parte de su obra ha sido autoeditada, pero de ella, además de cómics, forman parte poemas, collages, obras gráficas o canciones: el discurso poético, en general, está presente en el conjunto de sus piezas, en las que también puede hablarnos a través de un alter ego. Buscad Gran bola de helado.

Nadia Hafid y Marta Cartu comparten, por su parte, una búsqueda de experimentación formal a través de la composición de las páginas y un deseo de comunicar a través de cada rasgo formal: Hafid en geometrías fractales y Marta Cartu apelando a las tecnologías digitales. La primera reflexiona sobre inmigración y periferia y maneja un original tratamiento del tiempo, la segunda se dejó influir por el estilo gráfico de Jeffrey Brown para acercarse paulatinamente a un cómic conceptual en el que medita sobre lo contemporáneo, los roles de género y las imposiciones de autoexigencia. También se autoedita y ha tomado otros rumbos: los de la performance, la instalación artística e incluso la cerámica.

Nadia Hafid. El buen padre. Sapristi, 2020. Cortesía de la artista y de la editorial
Nadia Hafid. El buen padre. Sapristi, 2020. Cortesía de la artista y de la editorial
Marta Cartu. Hola Siri, 2022. Cortesía de la autora
Marta Cartu. Hola Siri, 2022. Cortesía de la autora

El elenco de inquietudes de Miriampersand es amplio: desde la psicodelia y el esoterismo a la arquitectura, pasando por la filosofía y el diseño de automóviles. Ilustradora en origen, utiliza colores vivos aplicados a animales antropomórficos y parte a veces de sus propias vivencias, pero otras se aproxima a la distopía.

Miriampersand. Futuro, 2021. Cortesía de la autora
Miriampersand. Futuro, 2021. Cortesía de la autora

Entre las formas más rotundas de la exhibición se encuentran las de Genie Espinosa: las utiliza para validar los cuerpos menos representados y para reivindicar que en el extrarradio también hay belleza. Su estética evoca la del manga, el cómic abstracto y la animación televisiva y su trabajo más ambicioso, Hoops, nos traslada a un futuro en el que los hombres no existen ya y se reivindica el buen trato y la sororidad.

Genie Espinosa. Hoops. Sapristi, 2021. Cortesía de la autora y la editorial
Genie Espinosa. Hoops. Sapristi, 2021. Cortesía de la autora y la editorial

Cierran esta muestra barcelonesa Ana Galvañ y María Medem. Galvañ cuestiona la deshumanización presente valiéndose de una estética futurista, ligada al constructivismo ruso, y desde que fundara, hace casi una década, la plataforma Tik Tok Comics se ha convertido en figura esencial del cómic reciente; Medem se aproxima a la abstracción, con líneas, color y texto esenciales, y nos sumerge en imágenes oníricas no exentas de simbolismo.

Ana Galvañ. Ilustración para el cuaderno central de la revista Telos, 2019. Cortesía de la autora
Ana Galvañ. Ilustración para el cuaderno central de la revista Telos, 2019. Cortesía de la autora

 

 

“Constelación gráfica. Jóvenes autoras de cómic de vanguardia”

CENTRE DE CULTURA CONTEMPORÀNIA DE BARCELONA. CCCB

c/ Montalegre, 5

Barcelona

Del 2 de diciembre de 2022 al 14 de mayo de 2023

 

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