Cemento para un nuevo orden

Los concretos, eje de una nueva muestra en el MUSAC

León,

Tras su paso por TEA. Tenerife Espacio de las Artes, el pasado 18 de febrero abrió sus puertas en el MUSAC de León “Concretos”, una exhibición que incide en la posibilidad de concebir la arquitectura como materialización de una imagen y de una época, y el cemento como elemento que permite relacionar obras y que, en el contexto de la tardomodernidad, puede también vincularse con la evolución del capitalismo e incluso con los procesos políticos. Además, como material extraordinariamente ductil, subraya la muestra que ha favorecido paulatinamente una renovación plástica en el campo de las construcciones, emancipando este sector de ciertos cánones estéticos y permitiendo el acceso de capas de población amplias a procesos de autoconstrucción logrados gracias a su capacidad transformadora; podemos asociarlo, asimismo, a la irrupción del brutalismo y sus posteriores variantes.

De esta exposición, comisariada por Pablo León de la Barra y Gilberto González, forman parte trabajos de más de una veintena de artistas internacionales, con especial representación de Latinoamérica: veremos obras de Talles Lopes, Rafa Munarriz, Pablo Accinelli, Andreas Valentín, Josep Vilageliu, Federico Assler, Nancy Holt, Guy Tillim, June Crespo, Jane & Louise Wilson, Alexander Apóstol, Marcelo Cidade, Pérez y Requena, Esther Gatón, Adrien Missika, Clara Ianni, Céline Condorelli, Federico Herrero, Andreas Angelidakis, Abraham Riverón, González-Foerster y Cyprien Gaillard, autores que se han valido del cemento para analizar, a partir de su valor metafórico, las últimas derivas económicas y algunas quiebras sociales. Las propuestas de Munarriz (Sección Mínima), Abraham Riverón (Hier is de zon), Esther Gatón (Insulted Awake), Pérez y Requena (Arrife, las propias piedras), Federico Herrero (Volumes), June Crespo (Core) y Montaje (Lo concreto de lo abstracto) son específicas para esta ocasión.

Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023

De su mano podremos tomar conciencia de que ha adquirido el concreto una práctica omnipresencia en los espacios urbanizados y de que, en buena medida, su uso ha reconfigurado por completo la superficie del planeta; e incluso se ha convertido en elemento definitorio de nuestro tiempo. En algunas de las piezas que el MUSAC acoge, se le dota de un rol simbólico en una globalización que quizá nunca tenga freno, o se recordará que diferentes regímenes políticos, desde socialdemocracias más o menos consolidadas a las dictaduras de distinto signo, han terminado -y aún terminan- haciendo suyo este material como emblema de la construcción de nuevos órdenes. Asimismo, su ductilidad inicial y su dureza posterior se equiparan en algunos de los proyectos escogidos al modo en que los flujos de capital o su ausencia han tornado las promesas y deseos de aquellos regímenes en en escenarios, más o menos rápidos, de obsolescencia sociopolítica.

En lo meramente arquitectónico, el hormigón supuso para el movimiento moderno, y después para el mencionado brutalismo, la opción de liberarse por completo de la tradicional carga estilística y formal basada en una finura y una armonía derivadas de la noción de la historia como devenir bien acompasado, y con sentido, que caería fulminada tras las dos guerras mundiales. Después de las catástrofes previas a 1945, la ruptura con la tradición obedecía más a la necesidad que a la voluntad, también en lo constructivo, y el cemento permitió ofrecer respuesta rápida a las urgentes necesidades habitacionales y de infraestructura que se produjeron sobre todo en las ciudades, espoleadas además por el éxodo rural generalizado.

Buena parte de los proyectos que han recalado en el MUSAC estudian el momento en que las nuevas utopías político-urbanas de entonces se apreciaron como inalcanzables. Sintomáticos son los casos de Brasilia, Trípoli y Ten-Bel, que, en los planteamientos de esta exposición, revelan cómo ya en el germen fundacional de esas ciudades subyacía la imposibilidad de que lo construido pudiera responder al sueño colectivo. En nuestro país, y en el ejemplo de estudio de Canarias, resulta significativo el sistema extractivo de áridos que desde los setenta y hasta hace no muchos años llevó a creer a algunos en la posibilidad de explotar un material sin fin. Unas y otras propuestas podrán hacernos pensar, en definitiva, que cualquier idea que pretenda el control del espacio y de su diseño acabará por caer, antes o después, frente a programas nuevos e inesperados.

El francés Adrien Missika, interesado especialmente por los lugares y construcciones que caen en el olvido, exhibe en León el vídeo Dome (2011), en el que él mismo aparece explorando el exterior de una gran bóveda de Niemeyer en el emplazamiento inacabado de la Feria Internacional de Trípoli en el Líbano, cuya construcción comenzó en 1963 y se detuvo algo más de una década más tarde a causa de la Guerra Civil. La cúpula quedó entonces inconclusa y sin función y, valiéndose de las propiedades acústicas de su estructura, el autor golpea los restos de acero en paredes y vigas, convirtiendo el edificio en una caja de resonancia, en un instrumento musical a gran escala (y recuperado para la memoria).

Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023

El canario Abraham Riverón, por su parte, presenta la citada Hier is de zon, una instalación elaborada con piezas cerámicas cuyo modelo es el mismo que da forma a las celosías que cubren las fachadas del centro administrativo y comercial de Ten-Bel, una ciudad vacacional en Arona (Tenerife), cuyo nombre procede de la mezcla de las palabras Tenerife y Bélgica.

Como aquella Feria de Trípoli, este complejo comenzó a construirse en 1963, atendiendo a los principios del urbanismo moderno de planificación ex novo; sus zonas públicas se encuentran hoy muy deterioradas, pero fue un espacio residencial con financiación belga y destinado a la ciudadanía de ese país. Se optó por un sistema autoportante de hormigón en el que las celosías eran elemento modulador de las fachadas, a las que conferían carácter y ritmo, y la expresión Hier is de zon significa en belga “aquí está el sol”:  alude a ese tiempo de ocio vacacional en las arquitecturas del turismo de masas, que algunos llamaron arquitecturas del sol.

Con carácter simbólico, el artista ha intervenido las celosías de cerámica con leche de tabaiba y cardón, vegetación endémica en Canarias que los arquitectos Saavedra y Díaz-Llanos siempre pretendieron integrar como parte de esa villa.

Esther Gatón se ha acordado del nuevo rey de Inglaterra en el proyecto que ha llevado al MUSAC. En el audio Insulted Awake, ha recopilado las críticas que, cuando aún era heredero (entre 1966 y 2022), vertió hacia la arquitectura brutalista, contando con la interpretación de Simon Thompson, un artista capaz de hacer suyas distintas “formas de hablar”, acercándose al célebre Oxford English. Así hace referencia, la vallisoletana, a la discriminación de los acentos regionales y de la clase trabajadora en Reino Unido y a la protección, por parte de figuras de referencia, de modos de expresarse y creencias que para Gatón tendrían que ver con el populismo contemporáneo. En cuanto a June Crespo, presenta aquí dos piezas de su serie Core, en la que viene trabajando desde 2019 utilizando hormigón armado y pintura. Caracterizadas por su esquematismo y síntesis formal, se relacionan de forma directa con el cuerpo y con la arquitectura y pueden colocarse de diversas formas, generando secuencias que subrayen su horizontalidad. El espacio negativo en ellas deriva del vaciado del concreto sobre tubos redondos o bidones metálicos, que da lugar a huecos, canales o receptáculos que inciden en las dualidades de lo negativo y positivo, lo cóncavo y convexo, la presencia y la ausencia… Si se disponen como mobiliario urbano, su materialidad porosa y sus acabados en bruto apelarán a las paradojas de los paisajes postindustriales.

Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023

El brasileño Talles Lopes, por su parte, exhibe Excedente Monumental, instalación nacida a partir de una investigación que emprendió hace un lustro y que llama Construcción Brasileña. Viene estudiando la apropiación de elementos arquitectónicos modernos por parte de culturas constructivas de carácter informal en ese país, y documentando la incorporación de la forma de las columnas del Palacio de la Alvorada, residencia presidencial diseñada por Niemeyer en Brasilia, en construcciones anónimas y no oficiales.

Andreas Angelidakis, entretanto, expone en León dos obras complementarias: el vídeo Building an Electronic Ruin (2011) y la instalación Soft Ruin (2006). El primero presenta al avatar del artista tratando de construir una ruina online en paisajes de pantalla de Second Life; la segunda se basa en esculturas blandas que remiten a esas construcciones virtuales y que podemos considerar traducciones tangibles de su obsolescencia. Elucubra el griego que quizá Facebook sea, en el futuro, nuestro mundo clásico.

De Ángel Mateos, fallecido el año pasado, muestra el MUSAC su Monumento a una democracia IV, pequeña escultura realizada en 1988, también en hormigón armado, que alternaba minimalismo y tendencia arquitectónica, y otro monumento en la exposición será el de Jane y Louise Wilson: Apollo Pavillion, Peterlee remite al del mismo título de Victor Pashmore, ya abandonado y vandalizado, captado en una videoinstalación de cuatro pantallas en las que las superficies dañadas son examinadas por la cámara.

El dúo vallisoletano Montaje nos trae Lo concreto de lo abstracto, un conjunto de modelos, maquetas o prototipos ejecutados mediante impresión 3D en plástico reciclado sobre tableros de encofrado reutilizados; trazan con ellos una revisión crítica de usos históricos del hormigón armado en Castilla y León. Mientras, Andréas Valentin, nuevo representante brasileño en esta propuesta, presenta la serie fotográfica Hélio Oiticica com Manhattan Brutalista, no canteiro de obras do metrô da Avenida Presidente Vargas, Río de Janeiro, que remite a la gentrificación urbana en la zona a partir del regreso de Oiticica a Río tras vivir en Nueva York.

Nancy Holt, artista significativa del Land Art, está presente en la exhibición con dos de sus trabajos de fines de los sesenta (Concrete Visions y Concrete poem), en los que invitaba al espectador a tomar conciencia de su posición perceptiva y en el espacio, y de Federico Herrero contemplaremos Táctiles, una pintura sobre hormigón y madera que incide en las experiencias corporales y sensoriales que este medio puede suscitar.

Marcelo Cidade revisita una vez más referentes del movimiento moderno brasileño en Banco Brasilia, un banco público de hormigón en el que parodia las estructuras arquitectónicas de la Plaza de los Tres Poderes de esa ciudad restándoles carga identitaria y política; y de Guy Tillim veremos parte de la serie fotográfica Avenue Patrice Lumumba, dedicada a construcciones africanas hoy en decadencia que considera símbolos de un proyecto de modernidad truncado.

Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023

Espacios que pueden mentalmente volverse habitables integran Duración Interna, de Pablo Accinelli, una instalación compuesta por una acumulación de bolsas de cemento que acaban dando lugar a un lugar de descanso parecido al que a menudo vemos en obras de construcción de edificios, mientras que Munarriz, en Sección mínima, enfatiza a través de una estructura de varillas las relaciones entre el cuerpo y la escala de la escultura.

Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023

De Cyprien Gaillard veremos el relato videográfico en tres actos Desniansky Raion, en el que convierte la arquitectura en epítome del fracaso de las utopías sociales modernas, y The Lake Arches, otra alegoría en vídeo de esa misma caída; y los tinerfeños Pérez y Requena presentan en León Arrife (las propias piedras), instalación formada con materiales y formas que remiten a los tipis de hormigón, las piscinas vacías y el pavimento de la urbanización Los Arrifes, hoy en ruinas.

Alexander Apostol, que viene vinculando su producción al examen de los lazos entre individuos y entornos urbanos, está presente en el MUSAC con Skeleton Coast, serie fotográfica sobre el desmedido crecimiento constructivo de la Isla Margarita de Venezuela, su país, a fines de los ochenta; Chico Buarque, con su canción Construção, escrita en 1971, durante la dictadura brasileña, e inspirándose en el fracaso de su proyecto, y Céline Condorelli, con las macetas de hormigón que integran Zanzíbar, maqueta para una escultura que puede funcionar como jardín y como mobiliario y que se inspira en el Restaurante Coatí de Lina Bo Bardi.

De la brasileña Clara Iann contemplaremos el vídeo Forma Livre, sobre el asesinato de un centenar de trabajadores que participaron en una huelga en 1959, en el proceso de construcción de Brasilia, episodio poco conocido del que en su momento Lucio Costa y Niemeyer se desvincularon, y de Josep Vilageliu, otro vídeo, Los barrancos afortunados, una crítica a la especulación urbanística desde el acercamiento a la vida en los barrancos.

Cierra “Concretos” el proyecto reciente de Gonzalez-Foerster La Habana, que recuerda cómo la utopía socialista en Cuba ha cristalizado en impulso para la industria turística.

Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023
Vista de la exposición Concretos. MUSAC, 2023

 

 

“Concretos”

MUSAC

Avenida de los Reyes Leoneses, 24

León

Del 18 de febrero al 7 de enero de 2024

 

 

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