Una producción de largo recorrido, compuesta por dispositivos cambiantes que no se declinan, sino que generan modificaciones válidas, y desarrollada en medios muy diversos entre los que es difícil escoger técnicas dominantes y en los que es constante la contaminación entre unas y otras piezas. Así es la obra de Concha Jerez, de ahí que resulte difícil articular su trayectoria conforme a periodos y temas definidos, aunque uno de ellos sea, sin duda, la memoria (escrita, autocensurada, individual y colectiva) y haya hecho constantes referencias al pasado, el olvido, el recuerdo y la representación del silencio. También a las palabras ambiguas, aquellas sin significado preciso o que dependen de otras, y a las tachaduras, uno de los rasgos distintivos de su trabajo en papel de acetato o de periódico; otra de las notas habituales de su carrera han sido las colaboraciones con múltiples creadores, la continua mutación y la profundización en la vigilancia por canales electrónicos.
Pionera del arte conceptual y sonoro, esta autora canaria nos ha propuesto una y otra vez reconsiderar nuestro modo de estar en el mundo y aprender nuevas maneras de mirar, habida cuenta de que la citada autocensura, en su opinión, no ha hecho sino crecer en el tiempo en relación con múltiples circunstancias políticas, sociales o laborales. Hasta el próximo 8 de enero, la planta noble de Casal Solleric le dedica la exhibición “Inter-acciones”, que se centra en una vertiente formal concreta de su trabajo, aunque como digamos esta sea indisociable de otras: sus proyectos performativos. Desde una voluntad fundamentalmente crítica, porque Jerez se aleja muy a conciencia de cualquier propósito épico, de los juicios de gusto convencionales y del recurso a las emociones, las piezas derivadas de ellos se nos presentan aquí como intervenciones en espacios concretos de este centro mallorquín, como interferencias destinadas a generar en el espectador un extrañamiento respecto a su entorno en el que cada individuo profundizará por su propio camino.
Admiradora tanto de Fluxus y su creación que fusionaba géneros, desde la ausencia de pretensiones comerciales o institucionales, como de John Cage, que descubrió en el fenómeno del silencio el equivalente musical de la nada y se reafirmó en su idea de que todos los aspectos del arte eran iguales en jerarquía, Jerez emprendió hace cinco décadas una senda estética en la que el tiempo ha desempeñado un rol crucial; con el fin de dar testimonio de esas acciones, ya desde la primera, que llevó a cabo en 1984 en Alboorg (Dinamarca), las desarrolló de manera pública o bien, cuando desembocaban en trabajos ligados al ámbito privado o la intimidad, documentándolas en fotografías o vídeos.
Esta exhibición, comisariada por Fernando Castro Flórez y Fernando Gómez de la Cuesta, es la primera centrada en este aspecto de su trayectoria, y también la primera suya en esta isla, y tiene, por ello, mucho de retrospectiva de las inquietudes que, a través de la acción, ha desplegado: desde la manipulación de los medios de comunicación a la banalización instalada en la cotidianidad, la necesidad de mantener una cierta creencia en la utopía, la resistencia al olvido y la desmemoria o el peligro de la autocensura.
En último término plantean estas instalaciones, seleccionadas con el fin de entablar lazos con las estancias de Casal Solleric, la legitimidad de interferir en los medios de comunicación, de no caer en posiciones más o menos nihilistas o cínicas y de plantar cara, con una actitud de coraje a la vez ético y estético, a las derivas indeseadas del presente. Encontraremos seguimientos obsesivos a ciertas noticias, meditaciones sobre la desarticulación de algunas estructuras y creencias políticas, testimonios sobre utopías, visualizaciones de los límites en los que habitamos o recorridos por paisajes de conflictos y exclusiones. Reclama la artista que la memoria es fundamental para reactivar la crítica en épocas convulsas y recuerda que debemos evitar, por la vía del olvido, que la historia se repita como farsa.
Concha Jerez. “Inter-acciones”
Passeig del Born, 27
Palma de Mallorca
Del 21 de septiembre de 2024 al 8 de enero de 2025
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: