Piero Manzoni. When Bodies Became Art
El Städel Museum muestra un centenar de obras del artista italiano
Su trayectoria fue muy breve (nació en 1934 y murió veintinueve años después, por lo que su carrera artística como tal no duró más de siete años) pero la sombra de su influencia ha sido extensa y hoy lo consideramos una de las grandes figuras de la creación italiana posterior a la II Guerra Mundial.
El próximo 13 de julio, Piero Manzoni hubiera cumplido 80 años y el Städel Museum de Fráncfurt le rinde homenaje con una muestra que podrá verse hasta el 22 de septiembre, “Piero Manzoni. When Bodies Became Art”, que coincide también con el medio siglo de su muerte. Será su primera retrospectiva en Alemania y la más completa exposición dedicada al artista fuera de Italia en los últimos veinte años.
Más de un centenar de trabajos de Manzoni pondrán de relieve el carácter polifacético y radicalmente experimental de su producción, que transitó entre el Informalismo y la neovanguardia, el arte y la vida cotidiana y que tendría amplias repercusiones en los creadores vinculados al body art, el arte de acción, el land art y el arte conceptual.
Piero Manzoni. When Bodies Became Art
Abonado a la provocación, Manzoni diseñó pinturas “incoloras” a base de materiales blancos (vendas, alfombras de piel de oveja o telas), y, como precedente de la venta de sus propias heces enlatadas al precio al que cotizaba el oro en 1961, introdujo “aliento de artista” en globos y ofreció al público que visitaba sus exposiciones huevos duros firmados para que los propios espectadores se convirtieran en obras de arte al degustarlos.
Su mayor interés residía en lo corporal: sus obras superan la pintura rasa para convertirse en cuerpos tridimensionales. Se dejó influir por Yves Klein en sus trabajos sobre el cuerpo de las modelos o en sus Achrome, pero trató de ir más allá y superarlo en irreverencia al firmar directamente sobre ellas.
Piero Manzoni. When Bodies Became Art
De sus primeras reflexiones sobre el estado de la pintura en los cincuenta, su producción derivó hacia su desentendimiento de aquel medio y hacia su fiel seguimiento del lema de Kurt Schwitters: Todo lo que escupe el artista, es arte.
Para analizar la impronta Manzoni en el arte posterior, el Städel Museum culmina su muestra con trabajos de Erwin Wurm, Leni Hoffmann y Bernard Bazile.