Miguel Zugaza
La reciente apertura al público del espacio privado Chillida-Leku en Hernani ofrece la posibilidad de un encuentro permanente con la obra del escultor vasco Eduardo Chillida, sin duda uno de los artistas españoles más influyentes de la segunda mitad del siglo.
La visita se desarrolla en dos ámbitos diferenciados: uno interior, dentro de la bella arquitectura tradicional del caserío de Zabalaga donde se presenta un somero recorrido por la escultura de Chillida junto a la rica dimensión gráfica del escultor a través de dibujos, grabados y sus personales gravitaciones. En el exterior, por su parte, la escultura pública de Chillida dialoga con el entorno natural con el que compone un armonioso y poético conjunto. Como la hermosa película del chino Zhang Yimou, con Chillida-Leku el escultor ha emprendido su personal camino a casa.