Documentos inéditos para otro Chagall

Fundación MAPFRE repasa el contexto histórico de su obra

Madrid,

Cargo como un jorobado con mi peso, con mi cuerpo, un cuerpo lleno de pena, y ¿por qué? Por ser judío tengo que estar triste como la noche. Pero jamás renunciaré a la judeidad.

Es probable que pocos autores ligados a las vanguardias hayan sabido suscitar, a través del color y de un lenguaje pictórico que tendía a la inocencia y la poesía, las sensaciones de optimismo y genuina alegría que logró Marc Chagall. La vertiente onírica y dulce de su obra ha sido una y otra vez recalcada, mucho más que el compromiso humanista que sus circunstancias vitales le empujaron a adquirir, y es en esta última lectura de su producción en la que se centra la exhibición que desde hoy dedica al artista de Vitebsk la Fundación MAPFRE, comisariada por Ambre Gauthier y organizada junto a La Piscine de Roubaix y el Musée National Marc Chagall de Niza.

La propia Gauthier, junto a Agnès Stankevitch y Evgenia Kuzmina, ha llevado a cabo en los últimos años una investigación en torno al archivo de Marc e Ida Chagall y su inventario, dando con documentos inéditos que permiten profundizar en los pensamientos del pintor en relación con las guerras mundiales, con su condición judía y el Holocausto; cerca de cuarenta de ellos, entre cartas, discursos o posicionamientos oficiales en francés, inglés, ruso y yidis, pueden consultarse en el catálogo de la exhibición, traducidos, y saldrán a nuestro encuentro en las salas de Recoletos. A partir de ellos, dando primacía a las palabras de este autor frente a interpretaciones de terceros, se ha articulado un discurso expositivo que subraya su conocimiento directo de la historia de Europa del Este y de las penalidades del pueblo judío, así como sus esfuerzos por avanzar hacia un futuro en paz.

Marc Chagall. L’Homme à la tête renversée, 1919. Colección particular © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Archives Marc et Ida Chagall, Paris
Marc Chagall. L’Homme à la tête renversée, 1919. Colección particular. © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Archives Marc et Ida Chagall, Paris

Por su origen, cronología y fe, la vida de Chagall quedó marcada por los episodios más cruentos del siglo XX: nacido en 1887 en la citada localidad de Vitebsk, hoy bielorrusa, formó parte de una familia muy numerosa y recibió una educación judía tradicional. Su formación artística la inició siendo un niño, en la escuela de dibujo y pintura de su ciudad, antes de trasladarse a San Petersburgo, donde pudo acudir a la Escuela Imperial del Dibujo para el Fomento de las Artes, y después a París, en 1911. El año de 1914 le trajo una buena noticia y otra terrible: pudo presentar su primera exposición individual -en Berlín y de la mano de Herwarth Walden, a quien conoció por mediación de Apollinaire-, pero cuando estalló la I Guerra Mundial él se encontraba en Rusia, y no pudo salir de allí en los siguientes ocho años.

En 1917, tras la Revolución de Octubre y el ascenso bolchevique (que en un principio apoyó), pudo alcanzar por fin la ciudadanía rusa, que hasta entonces le era vedada por su religión, y después fundar la Escuela Popular de Vitebsk y convertirse en Comisario de Bellas Artes de su localidad. Esa Escuela se convirtió en una institución importante, a la que acudirían Malevich y El Lissitzky, sustituyendo el primero a Chagall en su dirección cuando corrían vientos favorables a la abstracción.

En Moscú, además de llevar a cabo la decoración del Teatro Nacional Judío de Cámara, se involucró activamente en la vida cultural y artística de esa comunidad, hasta que en 1922 pudo regresar a Berlín, y después de nuevo a París. La década de los treinta la comenzó Chagall participando de la creación del Museo de Arte Judío de Tel Aviv y la finalizó viendo sus obras descolgadas de los museos alemanes, por considerarse arte degenerado, y quedando abocado al exilio americano; a Estados Unidos se marchó en 1941 y allí permaneció hasta 1948.

Su vuelta a Francia le traería importantes encargos (incluyendo los de vidrieras) y exposiciones; pudo conocer la apertura de su museo en Niza, en 1973, y en el cercano pueblo de Saint-Paul-de-Vence falleció y fue enterrado, en 1985.

Marc Chagall. Les Pâques, 1968. Musée National Marc Chagall, Niza. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 DMBMC1990.1.10; AM 1988-94 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © RMN-Grand Palais (musée Marc Chagall) / Gérard Blot
Marc Chagall. Les Pâques, 1968. Musée National Marc Chagall, Niza. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 DMBMC1990.1.10; AM 1988-94 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © RMN-Grand Palais (musée Marc Chagall) / Gérard Blot

Si sus trabajos de los veinte y los treinta no pueden entenderse sin tener en cuenta la tensión antisemita previa a la II Guerra Mundial, los últimos responden claramente a su deseo de concordia. En todo caso, pueblan muchas de sus composiciones algunas notas comunes: la nostalgia por su ciudad natal y por la comunidad en la que se crio (el ganadero, el barbero, los músicos itinerantes, el rabino, los mendigos); la presentación de un Cristo judío, y no cristiano, que porta talit (paño de oración) y simbólicamente padece los sufrimientos de este pueblo; y la aparición de personajes que vuelan o se encuentran suspendidos en el aire, sin permanecer en ningún lugar de forma estable, quizá como él. En yidis se los llamaba luftmensch, soñadores que no se ponían límites; sería el caso de El violinista verde u Hombre-gallo sobre Vitebsk, probables trasuntos del pintor.

Marc Chagall. Le Violoniste vert, 1923-1924. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. New York Solomon R. Guggenheim Founding Collection. Donación © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © 2024 The Solomon R. Guggenheim Foundation / Art Resource, NY / Scala, Florence
Marc Chagall. Le Violoniste vert, 1923-1924. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York. New York Solomon R. Guggenheim Founding Collection. Donación © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © 2024 The Solomon R. Guggenheim Foundation / Art Resource, NY / Scala, Florence

El recorrido de esta exhibición en la Fundación MAPFRE es tanto cronológico como temático, y aunque recoge algunos de sus trabajos más ligados a la fantasía y la magia, hace hincapié, sobre todo a partir de su madurez, en sus miradas a la historia, complementándose con los documentos de los que hablábamos, muchos escritos en yidis: era en su lengua materna en la que fundamentalmente se expresaba cuando quería abordar preocupaciones sociales o políticas.

Marc Chagall. Commedia dell’arte, 1959. Adolf und Luisa Haeuser-Stiftung für Kunst- und Kulturpflege, Hattersheim am Main (Alemania) © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024
Marc Chagall. Commedia dell’arte, 1959. Adolf und Luisa Haeuser-Stiftung für Kunst- und Kulturpflege, Hattersheim am Main (Alemania) © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024

Pese a que se inicia la muestra de la mano de su Commedia dell’Arte de 1959, concebida para el Teatro de Frankfurt con un sentido reconciliatorio, como representación de una sociedad en paz, el primer capítulo de “Chagall. Un grito de libertad” se centra en sus autorretratos, que en su producción ocupan un lugar importante (conocía bien los muchos de Rembrandt). Como en el caso de aquel, nos hablan de su paulatina percepción de una identidad cambiante y ligada a la migración: solía presentarse con rostro joven, dirigiéndose al espectador y a veces trabajando, pero también podía situarse como pequeña figura envuelta en composiciones más elaboradas o a través de variopintos alter ego: ángeles, cabras, asnos o gallos. Se han interpretado como manifestaciones de su desarraigo, de una inestabilidad interior ligada a su época convulsa.

Marc Chagall. Autoportrait, 1907. Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 AM 1988-122 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Philippe Migeat
Marc Chagall. Autoportrait, 1907. Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 AM 1988-122 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Philippe Migeat

Si en su primera época en París recogió influencias de algunos de los artistas de vanguardia que conoció (de Léger a Modigliani, pasando por Soutine o Archipenko), las vivencias dramáticas de la Gran Guerra en Rusia las volcó en dibujos que realizó con tinta china o en pinturas como La gaceta de Smolensk o El vendedor de periódicos, de tonos muy austeros y con un planteamiento que hoy nos resulta casi cinematográfico. Captó en ellas despedidas de soldados a sus familias, saludos militares, heridos, la pobreza en las aldeas…

Marc Chagall. Le Salut, 1914. Musée d’Art et d’Histoire du Judaïsme, París. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 AM 1988-58 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Philippe Migeat
Marc Chagall. Le Salut, 1914. Musée d’Art et d’Histoire du Judaïsme, París. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 AM 1988-58 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Philippe Migeat..

Las figuras de la vida cotidiana de Vitebsk, sus campesinos y sus vecinos judíos, permanecieron en todo caso constantemente presentes en sus imágenes, más allá de la contienda, al igual que los campanarios y cúpulas de sus iglesias, sus colinas nevadas y las orillas del río Dviná. Seguramente constituyeran su raíz cuando los distintos conflictos le hicieran cruzar una y otra vez fronteras. Además, mientras Chagall dirigió su escuela popular de arte, la enseñanza en este centro quedó abierta a todas las corrientes del momento y alumnos y profesores pudieron tomar conciencia de la modernidad del arte hebreo.

Marc Chagall. Le Marchand de bestiaux, 1922-1923. Musée de Grenoble. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 AM 1988-63 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Philippe Migeat
Marc Chagall. Le Marchand de bestiaux, 1922-1923. Musée de Grenoble. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 AM 1988-63 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Philippe Migeat

Para el mencionado Teatro Nacional Judío de Cámara de Moscú, donde todas las obras se interpretaban en yidis, llevó a cabo siete estupendos paneles sobre el carácter universal del arte y también sobre la vigencia de esa lengua: un largo friso introductorio, El amor en escena, El banquete de bodas y las alegorías de la danza, el teatro, la música y la literatura. Componían una obra integral, de la que podemos contemplar en Recoletos varios estudios preparatorios: se la llamó La cajita de Chagall, y entraría en interacción con decorados y vestuario; en alguna ocasión, también participó en los diseños de estos últimos, y pintó un telón, que no conservamos.

Es importante la reivindicación del yidis, por Chagall e intelectuales coetáneos, en el planteamiento de esta exposición: Isaac Leib Peretz impulsó su uso y renovación a comienzos del siglo XX y, tras la Revolución de 1917, esta lengua cobró empuje de la mano de artistas judíos que miraban el futuro con esperanza. Algunos de ellos formaron parte, desde 1918, de la asociación Kultur Lige, nacida en Kiev con la pretensión de modernizar la cultura hebrea; el de Vitebsk perteneció a su sección de arte y colaboró en muchas publicaciones.

En su segunda etapa en la capital francesa, desde 1923, recibió el encargo del marchante Ambroise Vollard de ilustrar las Fábulas de La Fontaine y Las almas muertas de Gógol, trabajos que levantaron una oleada de críticas antisemitas; de este momento datan, quizá en relación con esa presión, sus retratos de rabinos y personajes portando la Torá, que han sido leídos como manifestaciones de incertidumbre ante la situación del pueblo judío (con títulos tan significativos como Soledad o El buey desollado). De hecho, uno de aquellos rabinos de Chagall fue quemado en una ceremonia pública, después de ser procesionado por Mannheim, en 1933, poco después de que Hitler se hiciera con el poder en Alemania, y su obra también formó parte de la primera exposición de arte degenerado.

Y me arrancaba mi pelo rizado y despreciaba mis ojos azules de niño, porque había gente que nos humillaba, a unos poetas y pintores como nosotros, a un pueblo como el nuestro, incomprendido por todos…

Marc Chagall. Solitude, 1933. Museum of Art, Tel Aviv. Donación del artista, 1953 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Avraham Hai
Marc Chagall. Solitude, 1933. Museum of Art, Tel Aviv. Donación del artista, 1953 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Avraham Hai

Aunque, en un primer momento, el pintor se resistió a abandonar Francia, el recrudecimiento de la guerra y el exterminio le llevó a poner rumbo a Marsella, y desde allí a Lisboa y a Nueva York, donde se integró en una comunidad de artistas exiliados. Al otro lado del océano, su sensibilidad hacia el horror no se redujo, sino todo lo contrario: queda patente en trabajos como La guerra (1943) y en su participación en diferentes asociaciones. Es en este momento cuando, en respuesta a la noche de los cristales rotos de 1938, proliferan en sus pinturas los Cristos crucificados, emblemas de la tragedia de su pueblo; especialmente expresivos resultan los dos que forman parte del tríptico Resistencia. Resurrección y Liberación.

Marc Chagall. La Guerre, 1943. Musée d’Art Moderne, Céret. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Donación del artista, 1953 AM 2922 P © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Jacqueline Hyde
Marc Chagall. La Guerre, 1943. Musée d’Art Moderne, Céret. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Donación del artista, 1953 AM 2922 P © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Jacqueline Hyde
Marc Chagall. Résurrection, 1937-1948. Musée National Marc Chagall, Niza. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 DMBMC1990.1.1; AM 1988-71 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © RMN-Grand Palais (musée Marc Chagall) / Gérard Blot
Marc Chagall. Résurrection, 1937-1948. Musée National Marc Chagall, Niza. Depósito del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne / Centre de Création Industrielle, París. Dación, 1988 DMBMC1990.1.1; AM 1988-71 © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © RMN-Grand Palais (musée Marc Chagall) / Gérard Blot

Ni nosotros ni nuestros hijos podremos vivir ni crear mientras no se haya aclarado nuestra alma como se aclara una noche agobiante al salir de nuevo el sol.

Finalizada la guerra, y tras su regreso a Europa, Chagall prefirió establecerse junto al Mediterráneo en lugar de en París, y se embarcó en proyectos monumentales y de espíritu muy vital o pacifista, como las vidrieras de la sinagoga del hospital Hadassan, en Jerusalén; los mosaicos y tapices del Parlamento israelí; las vidrieras para la sede de la ONU en Nueva York; o la capilla de los Cordeleros de Sarreburgo, datados en los sesenta y los setenta. En estas obras, una base bíblica es su punto de partida para transmitir mensajes de cariz político pero sobre todo espirituales; precisamente Mensaje bíblico se llama la serie de cuadros que donó a Francia en 1966 y que pueden verse en su museo, pues fueron los primeros de su colección. En todas estas composiciones últimas, luminosas y vivas, predomina una sensación de emergencia vital, de recuperación urgente de la alegría.

Marc Chagall. Boceto definitivo para La Paix, 1963. Colección particular © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Archives Marc et Ida Chagall, París
Marc Chagall. Boceto definitivo para La Paix, 1963. Colección particular © Marc Chagall / VEGAP, Madrid, 2024 © Archives Marc et Ida Chagall, París

 

 

“Chagall. Un grito de libertad”

FUNDACIÓN MAPFRE. SALA RECOLETOS

Paseo de Recoletos, 23

Madrid

Del 2 de febrero al 5 de mayo de 2024

 

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