Se abre en 1980, con el fin de continuar e intensificar la labor expositiva que venía desarrollando hasta ese momento el antiguo Banco de Bilbao en la ciudad de Bilbao. Su labor está fundamentalmente orientada a la promoción de artistas vascos. A partir de la fusión con el Banco de Vizcaya, la promoción cultural del BBV se concentró en las salas de exposiciones de la sede madrileña del Paseo de la Castellana, el popular edificio construido por Francisco Sáenz de Oiza. La política expositiva a partir de esta etapa se caracteriza por la programación de muestras más ambiciosas y de amplio espectro, como la antológica de Zurbarán y Ensor, la realizada en colaboración con el Guggenheim de Nueva York, “Obras maestras desde Picasso a Pollock”, o las dedicadas a las obras maestras del Museo de Bellas Artes de Budapest y de la Dulwich Picture Gallery de Londres.

En la actualidad, la Fundación BBVA también dispone de una sala de exposiciones en el Palacio del Marqués de Salamanca, completamente restaurado, cuyo espacio central puede verse en la imagen superior.