L’Aranciera de Villa Borghese era famosa, ya desde 1700, por los bellos nenúfares que flotaban sobre el lago del jardín, por su fastuosa decoración y, sobre todo, por los eventos y fiestas que allí celebraban los Medicis. Tras sufir grandes daños en el bombardeo de 1849, fue reconstruido sin rigor alguno perdiendo gran parte de su encanto. Sin embargo, una nueva restauración lo ha devuelto a su antiguo esplendor convirtiéndolo en un Museo destinado a acoger la colección donada por Carlo Bilotti. Entre las obras cedidas por este famoso coleccionista italoa-americano destacan algunos de los trabajos más significativos de Giorgio de Chirico. El Museo pretende estar en continuo diálogo con el arte contemporáneo, por ello cuenta con un amplio programa de exposiciones temporales