El 28 de marzo de 2004 se inaugura oficialmente el Liechtenstein Museum de Viena, en el que se presentan obras maestras escogidas de las Colecciones Principescas en Vaduz, donde se almacenaron las principales colecciones de arte privadas de Viena durante la Segunda Guerra Mundial.

El Palacio Liechtenstein fue mandado construir por el príncipe Johann Adam Andreas I de Liechtenstein y es obra del arquitecto Domenico Martinelli (1650-1718), aunque el primer encargo del palacio y del jardín fue para Fisher von Erlach. Los interiores son de gran majestuosidad y algunas salas están decoradas con frescos de Johann Michael Rottmayr, Antonio Bellucci y Andrea Pozzo. El museo tiene una superficie de 2.300 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y el nuevo proyecto expositivo se debe a Johann Kräftner, distinguido diseñador de exposiciones y autor de publicaciones sobre la historia de la arquitectura.

Las Colecciones principescas contienen unos mil quinientos cuadros que abarcan desde el Renacimiento hasta el Romanticismo austriaco, con trabajos de Rafael, Guido Reni, Rubens, Brueghel, van Dyck, Rembrandt, Rudolf von Alt, Friedrich von Amerling, Andrea Mantenga, Giambologna o Antonio Canova, entre otros. Además, son importantes la colección de bronces italianos, trabajos en piedra dura, esmaltes, marfiles, así como porcelanas, tapices y muebles procedentes de los palacios de la familia. El Liechtenstein Museum sólo muestra una antológica de sus colecciones, correspondiente a un 15% de sus fondos.
Cuenta, no obstante, con una serie de exposiciones temporales que se van alternando también en las salas del Museo de Arte en Vaduz, ciudad residencia de la familia propietaria y sede de la Colección.

Gracias a la inauguración del museo, se pueden visitar salas antes cerradas al público, como la biblioteca, el apartamento de damas o la Sala Hércules. Igualmente, quedan abiertas partes del jardín histórico, en el que se dispone un restaurante con mesas al aire libre y en el que tendrán lugar conciertos y matinales.