Inaugurado el 12 de noviembre de 2000, el Kunstmuseum Liechtenstein se presenta ante el visitante como una estructura monolítica que cumple dos funciones: un simbolismo si se quiere ascético y un pragmatismo expositivo que le viene dado por la flexibilidad funcional. Tanto el arquitecto como el director del museo al idear el proyecto mantuvieron la plena convicción de poner la arquitectura al servicio del arte. Interesados a nivel expositivo y a nivel de conservación de los fondos, el museo cuenta con un gran prestigio que le convierte en un epicentro cultural de la ciudad. El edificio ofrece 1715 m² de exposición además de otras instalaciones para desarrollar un amplio e interesante programa de actividades complementarias tales como talleres, conferencias, conciertos y otros.