La Alan Cristea Gallery de Londres presenta una doble muestra de obra reciente de este artista clave de la transvanguardia
En sus dos sedes londinenses de Cork Street, la Alan Cristea Gallery presenta, desde hoy y hasta el próximo 21 de abril, sendas muestras dedicadas a la obra más reciente de Mimmo Paladino. En su sala del número 31 podremos ver nuevos trabajos elaborados por el artista específicamente para esta ocasión; en el número 34, un repaso a sus ediciones elaboradas desde 2005.
Su obra nueva se estructura en tres secciones: Le Strade di Roma, Mattinate (Puglia Suite) y Le Città Invisibili, muy diferentes entre sí. Si la primera aparece poblada por seres siniestros de formas esqueléticas que parecen habitar un reino oscuro, inquietante y lleno de sombras; en la segunda aparecen niños jugando en paisajes con las tonalidades del arco iris. La última, Le Città Invisibili, es una instalación a gran escala compuesta por ochenta y nueve imágenes esbozadas dispuestas, a modo de satélites, en torno a una cabeza central. Su colocación podría interpretarse como una exaltación de la imaginación y de la no racionalidad, rasgo presente en el conjunto de la producción de Paladino.
En cuanto a su exhibición de ediciones en el número 34, cabe mencionar que, para Paladino, el grabado ocupaba una posición tan relevante en su producción como la pintura y la escultura. Esta exhibición incluye litografías, grabados en madera y relieves escultóricos de su última etapa. En ellos queda claramente patente la influencia del cine (Truffaut, Antonioni, Tarkovski) y la música (Haendel, Mozart, Bach) y de los artistas que más ha admirado, como Morandi y el menos conocido ilustrador francés Jean-Jacques Grandville.
Paladino celebró su primera exposición en Caserta en 1969. En 1980 representó a su país en la Bienal de Venecia y cinco años más tarde fue objeto de una gran retrospectiva en Múnich. En aquella década se unió a la transvanguardia italiana, movimiento que participa de la tendencia general del retorno a la pintura, adoptando un estilo alegórico figurativo derivado de la imaginería cristiana y clásica en combinación con el estilo propio de las vanguardias europeas. En los últimos años, sus trabajos han podido verse en Río de Janeiro, Florencia, Nápoles, Londres y Nueva York.
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