Castigos escolares

Segunda exposición individual de Priscilla Monge en la Galería Luis Adelantado

Priscilla Monge
Serie No debo

Del 25 de marzo al 10 de mayo de 2009, en la Galería Luis Adelantado de Valencia

Interesada por el origen de las normas y por indagar sobre quien las establece y por qué las cumplimos, la artista costarricense Priscilla Monge celebra su segunda muestra en solitario en la Galería Luís Adelantado de Valencia.

“Priscilla Monge. Rojo”. Valencia, hasta el 10/05/09

GALERÍA LUIS ADELANTADO

C/ Bonaire, 6 E
Valencia (España)

En sus últimos proyectos, en los que emplea como siempre diversos materiales, soportes y medios de expresión, aborda los límites, a menudo muy sutiles, entre lo que resulta aceptable y lo que no lo es recurriendo al humor y la ironía para desvelar la cara oculta de la realidad cotidiana.

Las reacciones del espectador ante las obras de Monge resultan siempre imprevisibles, como los propios trabajos de la creadora de San José: bordados en los que en lugar de una amable dedicatoria encontramos insultos, muros levantados con compresas a modo de ladrillos, pupitres de colegio convertidos en lápidas con violentas inscripciones o inocentes muñecas transformadas en títeres violadas por obra y gracia del maquillaje que nos remiten a los fotocollages de la dadaísta Hannah Höch. Fotografías e instalaciones compuestas por grandes pizarras o telas manchadas de sangre integran una muestra en la que Monge profundiza, a veces de forma contundentemente directa y, en otras ocasiones, a través de veladas alusiones, en cuestiones relativas a la problemática de la mujer, a la agresividad y la incomunicación como mecanismos de defensa del individuo en nuestra sociedad o a la diaria confrontación entre las esferas pública y privada.

“Todo lo que se puede pensar se puede pensar claramente. Todo lo que se puede decir se puede decir claramente. Pero no todo lo que se puede pensar se puede decir”. Fruto del estudio de la artista centroamericana en torno a esa frontera entre lo que puede pensarse y lo que puede decirse a la que se refería Wittgenstein en su cita, son su serie de pizarras No debo, piezas de diversas dimensiones que nos hacen pensar en los métodos tradicionales de castigo escolar en las que Monge escribió repetidas veces con tiza blanca frases nada inocentes asociadas a la transgresión de normas no escritas, a los clichés establecidos en torno a la afectividad femenina, al sexo, y en definitiva a todo aquello que somos libres de pensar pero no de expresar con palabras, a todo lo inmencionable: No debo amar demasiado, No debo ser tan buena, No debo hacer el amor con el director del museo, etc.

Reconocida especialmente a raíz de su participación en la 49º edición de la Bienal de Venecia, Priscilla Monge ha mostrado su obra en numerosas exposiciones individuales y colectivas desde mediados de la época de los noventa y su producción forma parte de las colecciones permanentes de Daros Latinamerica de Zúrich, el MEIAC de Badajoz, el CAAC de Sevilla y el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de San José (Costa Rica).

Priscilla Monge
Roberto, 2009

Priscilla Monge
Ana 2

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