Casi ochenta creadores contemporáneos cuestionan en CaixaForum Barcelona los sistemas contemporáneos de representación
Barcelona, 24/07/2012
“Cartografías contemporáneos: Dibujando el pensamiento”
CAIXAFORUM BARCELONA
Avda Marqués de Comillas, 6-8
08038 Barcelona
Del 25 de julio al 28 de octubre de 2012
De martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas
Un plantel de lujo compuesto por ochenta artistas entre los que figuran Ignasi Aballí, Francis Alÿs, Art & Language, Artur Barrio, Lothar Baumgarthen, Alighiero Boettti, Christian Boltanski, Marcel Broodthaers, Trisha Brown, Los Carpinteros, Salvador Dalí, Marcel Duchamp, El Lissitzky, Evru, Félix González-Torres, Richard Hamilton, Mona Hatoum, Thomas Hirschhorn, Bas Jan Ader, On Kawara, Allan Kaprow, William Kentridge, Paul Klee, Yves Klein, Guillermo Kuitca, Rogelio López Cuenca, Richard Long, Cristina Lucas, Anna Maria Maiolino, Kris Martin, Gordon Matta-Clark, Ana Mendieta, Rivane Neuenschwander, Perejaume, Grayson Perry, Ed Ruscha, Carolee Schneemann, Robert Smithson, Saul Steinberg, Hiroshi Sugimoto, Joaquín Torres García, Isidoro Valcárcel Medina o Kara Walker protagoniza la nueva muestra que mañana inaugura CaixaForum Barcelona “Cartografías contemporáneas: Dibujando el pensamiento”.
La exhibición presenta cartografías de ambientes mentales y físicos que aportan nuevos significantes y reflexiones sobre distintos tipos de espacios: utopías, heterotopías, virtuales o invisibles. A través de ellas, los creadores seleccionados pretendieron alertarnos del predominio del simulacro sobre la realidad en nuestra percepción del entorno, de la incidencia de la ideología en las representaciones artísticas y de la elevada dificultad de representar el mundo contemporáneo.
Es sabido que, desde los inicios de la historia, el ser humano siempre ha necesitado proyectar y construir estructuras para intentar comprender el caos inherente a la vida. Los mapas permiten fragmentar la realidad y presentarla en forma de tablas, traduciendo y codificando el espacio físico, pero también el conocimiento, los sentimientos, los deseos y las experiencias vitales. La posibilidad de poder representar la Tierra en un plano o de proyectar un objeto tridimensional en dos dimensiones constituyó una genial transformación.
Con este proceso, se adquiere la idea de espacio, que ha dado forma al pensamiento europeo. No existe otra manera de comprender las cosas que no sea a través de su imagen. Fue a comienzos del siglo XVII cuando empiezan a dibujarse sobre un plano clasificaciones y fenómenos. De la combinación de los conocimientos cartográficos con las habilidades estadísticas surgen los mapas de datos, que ayudan a visualizar el conocimiento y lo transforman en ciencia.
Un siglo más tarde, vinculada a la expansión colonial, se desarrolla la cartografía científica y en los salones franceses regidos por mujeres aparecen las cartografías sobre sentimientos. Desde entonces, los mapas representan y hacen visibles territorios físicos, mentales y emocionales.
Ya en el siglo XX, la representación del mundo cambió con los adelantos técnicos, como el avión y la fotografía, que permitieron reproducir la realidad con exactitud. Por otro lado, la comunicación inmaterial —el telégrafo y el teléfono— produjo “la crisis del espacio”, que tan bien reflejó el cubismo. El espacio contemporáneo es un espacio heterogéneo. Somos conscientes de que vivimos dentro de una red de relaciones y flujos materiales e inmateriales, pero aún no contamos con un modelo que represente esa articulación invisible y en red.
La muestra que hasta el 28 de octubre presenta CaixaForum explora un tema, que en realidad, tiene ramificaciones inabarcables. Partiendo del microespacio de libertad del arte, propone un mapa —arbitrario, subjetivo e incompleto, como todos— de las cartografías elaboradas por artistas del siglo XX y de la actualidad.