Carmen Calvo, ironía atemporal

La galería Rayuela muestra el universo creativo de la artista valenciana

  La niña bonita, 2007

En la obra de Carmen Calvo encontramos un ejercicio de estética permanente, salpicado de sentimientos tan dispares como la nostalgia, la perversión, el erotismo o el humor. Sus retratos anónimos nos muestran personajes rescatados que a través de la manipulación inician una nueva vida, o quizás sería más apropiado pensar que pasan a formar parte de tantas nuevas historias como espectadores que los contemplen puedan imaginar. Por su parte, los objetos encontrados y reutilizados en sus obras le sirven a la artista para introducir otro orden en la realidad de las cosas, el suyo propio. Es significativo en este sentido el inquietante collage ¿Y quien hay que mire? (2005).

 ¿Y quien hay que mire?, 2005

Junto a obras más tempranas, como La perversión de la mirada (2004), encontramos alguno de sus trabajos recientes, que sin embargo nos recuerdan que Carmen Calvo es fiel a sus modelos. Es el caso de C’est la crapule (2011), un sencillo pero hipnótico collage que tiene como base el mismo retrato utilizado para De la bestia somnolienta (2007), también presente en esta muestra. No faltan tampoco sus características piezas sobre fondo de pan de oro, como la también misteriosa Y yo, verdadermente yo (2008), ni sus collages de dibujos, reunidos en la planta baja de la galería.

 Vista de una de las salas, con C’est la crapule (2011) y  Santa Isabel (2007). Y yo, verdadermente yo (2008)

Suele hablarse de la capacidad de Carmen Calvo para convertir la pintura en poesía, propiedad que acompaña también a los títulos de sus obras.  Alfonso de la Torre, en el catálogo de esta exposición señala: “…títulos construidos con un aire de canto de ciego o aleluya, mas también a veces con un tono de quejío o, quizás, en otras ocasiones, con un deje de romanticismo. La sombra de los surrealistas y los versos de algunos de sus poetas favoritos, -tal Rimbaud o Pessoa, también Brines-, sobrevuelan los textos titulares, no azarosamente”.

Hacía mucho tiempo que no teníamos la oportunidad de ver en Madrid una exposición de la artista valenciana, lo que hace aún más interesante, si cabe, esta muestra que nos ofrece ahora la galería  Rayuela y que permanecerá abierta hasta el 2 de julio de 2011.

Carmen Calvo, en la galería Rayuela, delante de La perversión de la mirada (2004)