Hace treinta años, Paula Rego fue la primera artista a quien la National Gallery de Londres encargó un proyecto comisionado: la realización de un mural para el entonces nuevo comedor del ala Sainsbury. Para ese proyecto, la artista portuguesa se inspiró en un retablo del siglo XV de Carlo Crivelli, La Virgen de la golondrina, ejecutado desde 1490, dedicado a las mujeres del relato bíblico e ideado con la Leyenda Dorada como fuente.
En el proyecto de Rego, figuras como la Virgen María, Santa Catalina, María Magdalena y Dalila se encuentran en un laberinto alusivo al jardín de Crivelli, rodeadas de paredes de azulejos portugueses azules y blancos. A la hora de retratarlas como personajes poderosos, se basó la artista en personas que conocía: amigas, familiares y trabajadoras del museo británico. Allí podemos contemplar, desde el 20 de julio, aquel encargo, acompañado de dibujos, en una exhibición que tributa a la lisboeta.
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