Bronzino, pintor y poeta en la Corte de los Médicis

El Palazzo Strozzi acoge la primera muestra centrada en la obra pictórica del artista florentino

Del 24 de septiembre de 2010 al 23 de enero de 2011, en el Palazzo Strozzi de Florencia

Comisarios: Carlo Falciani y Antonio Natali

Organizan: Ente Cassa di Risparmio di Firenze, Fondazione Palazzo Strozzi, Ministero per i Beni e le Attività Culturali, Soprintendenza PSAE y Polo Museale di Firenze

Agnolo di Cosimo Tori, más conocido como Bronzino, está considerado uno de los grandes creadores de la historia de la pintura italiana por la sofisticación de sus trabajos, considerados piezas claves del estilo manierista. En ellos transmitió la elegancia de la corte medicea desde una natural y austera belleza. La ciudad en la que nació y murió, Florencia, acoge ahora la primera muestra centrada en exclusiva en su obra pictórica; no podía ser de otro modo, puesto que la mayoría de sus mejores trabajos se exhiben habitualmente en los museos e iglesias florentinos, sobre todo en los Uffizi.

La exposición constituirá una oportunidad histórica para el público de acercarse a la producción de Bronzino, puesto que contará con 54 de las 70 obras que se le atribuyen, algunas cedidas por los más prestigiosos museos internacionales. Junto a estas pinturas, de factura a veces casi escultórica, se mostrarán otros trabajos de su maestro Pontormo, con quien mantendría contacto casi toda su vida, así como esculturas de grandes creadores del s XVI, como Cellini, Bandinelli o Pierino Da Vinci. No faltarán igualmente piezas de su pupilo Alessandro Allori.

La mayoría de las obras seleccionadas nunca antes se habían mostrado juntas; figuran entre ellas la Adoración de los pastores y la Alegoría de Venus y Cupido (del Múzeum Szépművészeti de Budapest), Venus, Cupido y el Sátiro (Palazzo Colonna), Retrato de joven con libro (Metropolitan) y dos versiones de la Sagrada Familia, cedidas por el Louvre y el Kunsthistorisches Museum vienés.

Destacarán, por considerarse hasta ahora desaparecidas, dos piezas: un Cristo Crucificado que pintó para Bartolomeo Panciatichi y un San Cosme perteneciente al retablo de Besançon. Ambas eran ya mencionadas por Vasari. Su descubrimiento arroja nueva luz sobre la producción de Bronzino y sus vínculos con el controvertido clima religioso que se respiraba entonces en la Corte de los Médicis.

Esta exhibición completa la dedicada a los dibujos de Bronzino que entre enero y abril de este mismo año pudo visitarse en el Metropolitan de Nueva York. Se espera que ambas desempeñen un papel fundamental en el surgimiento de nuevas interpretaciones e investigaciones en torno a la obra del artista. Para quienes disfrutaron de la muestra de la Gran Manzana, esta exposición de Florencia es de visita obligada.

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