Beatriz Milhazes. Dancing, 2007. Cortesía de la Fondation Cartier pour l´ Art Contemporain
El Paço Imperial de Río de Janeiro exhibe sus trabajos más destacados desde 1989
Río de Janeiro, 02/09/2013
Medio centenar de obras de Beatriz Milhazes, entre pinturas, collages y grabados fechados desde 1989 hasta la actualidad, se muestran hasta el próximo 27 de octubre en el Paço Imperial de Río de Janeiro bajo el título de “Meu Bern” en una exposición que quiere rendir homenaje a una de las artistas brasileñas más destacadas de las últimas dos décadas, cuyos trabajos forman parte de las colecciones del MoMA, el Metropolitan Museum o el Solomon R. Guggenheim Museum of Art.
El arte europeo de comienzos del s XX es una de las referencias fundamentales en la producción de Milhazes, que cita a Matisse, Mondrian y también a Tarsila do Amaral como su trío de artistas de cabecera. El Barroco, Burle Marx y el Art Decó son también influencias decisivas en su obra.
La amplia exhibición que le dedica desde el 29 de agosto el Paço Imperial llega después de la retrospectiva que el año pasado le brindó el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires y de muestras en la Fondation Beyeler de Basilea, el MoMA, la Fondation Cartier de París y la Estação Pinacoteca de Sao Paulo. A partir del próximo noviembre, “Meu Bern” podrá verse en el Museu Oscar Niemeyer de Curitiba.
Nacida en 1960 en Río de Janeiro, la ciudad donde aún vive y trabaja, Milhazes inició su trayectoria artística en 1980 y se formó en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lage, donde después impartiría docencia. Participó de las exposiciones de la Generación 80 -un grupo de artistas que buscó reanudar la pintura en contraposición a la vertiente conceptual de la década de 1970- y convirtió la investigación de nuevas técnicas y materiales en el eje de su proceso de trabajo.
El arranque del recorrido de esta exposición en 1989 no es casual: ese año, Milhazes comenzó a desarrollar una técnica basada en prórrogas sucesivas, cercana a la calcomanía, en la que cada motivo y capa de color intervienen de modo separado para conferirles a los cuadros su estructura, su sintaxis y su vibración particular. Después se iniciaría en otros métodos de expresión: serigrafías desde 1996, libros de artista desde 2002, collages desde 2003, encargos arquitectónicos desde 2004 y realizaciones tridimensionales desde 2010.