El Museum Leuven exhibe 24 dibujos murales que el artista llevó a cabo desde los sesenta hasta su muerte
Leuven, 04/07/2012
Veinticuatro dibujos que Sol LeWitt llevó a cabo directamente sobre pared desde 1960 y hasta su muerte en colaboración con diversos ayudantes que trabajaron bajo sus instrucciones. Destacan por su monumental formato y por conformar la primera exhibición de importancia que Bélgica dedica al artista conceptual fallecido en 2007.
Estas piezas forman parte de los más de 1200 dibujos sobre pared que LeWitt llevó a cabo entre 1968 y el año de su muerte y que en la exposición que hasta el 14 de octubre acoge el Museo de Leuven se estructuran atendiendo a los medios que LeWitt empleó en su proceso de creación: lápiz, crayón, tinta china y pintura acrílica.
Podrán verse en este centro junto a una selección de libros del propio LeWitt y un documental que testimonia cómo se realizaron los dibujos.
Como el resto de su obra, estos trabajos sobre papel tienen al cubo como elemento común fundamental y como eje de estructuras sistemáticas que llegan a nosotros convertidas en complicadas redes visuales donde incluye permutaciones de elementos simples. Afirma LeWitt la geometría como forma verdadera de un orden eterno, idea reforzada por el empleo del blanco.
El americano buscó convertir sus ideas en máquinas generadoras de arte y era frecuente que realizase los bocetos de sus trabajos, pero que las piezas en sí las elaborase su equipo de ayudantes. De acuerdo a cómo lo hacían, resultaba una obra distinta. En sus Wall Drawings aplicaba colores básicos (amarillo, rojo, azul y gris), que eran de forma directa sobre el muro con movimientos circulares en capas transparentes. Los dibujos deben ser interpretados no como un cuadro individual, sino como parte de la arquitectura de la sala.