Azucena Vieites, aspiración a romper

La Real Academia de San Fernando expone sus retazos

Madrid,

Esta misma mañana Azucena Vieites ha recibido el Premio Nacional de Arte Gráfico de manos de Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, y mañana se abrirá al público en la Real Academia de San Fernando, donde ha tenido lugar esa ceremonia, la muestra que acompaña al galardón.

Un jurado formado por Ángeles Albert, directora general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes; Nekane Aramburu, directora de la Fundación Apel.les Fenosa; y Yolanda Romero, jefa de la División de Conservaduría del Banco de España, decidió conceder a la artista de Hernani el mayor reconocimiento otorgado en el campo de la creación gráfica en España por el rol que ha dado a los recursos de la multiplicidad, la reproducción y la copia a la hora de abordar en su trabajo cuestiones como las prácticas low-fi (esa estética que sugiere nostalgia a partir de la evocación de lo pasado y la deliberada imperfección), el activismo de género y las estrategias propias de la cultura visual actual, en cuanto a sus discursos y el modo de hacerlos llegar.

A partir de una selección de composiciones representativas de distintos momentos de su trayectoria, esta exposición subraya cómo la autora se ha servido de los parámetros impuestos por el lenguaje gráfico para investigar las posibilidades comunicativas y la capacidad crítica de las imágenes, llevándolas al terreno temático que más le interesa: el del feminismo, el punk y la corriente del Do It Yourself. Uno de sus lemas es, precisamente, el mensaje de las Riot Grrrls que reza: Si no te gusta lo que hay a tu alrededor, cámbialo, hazlo tú misma.

Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997
Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997
Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997
Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997

Viene a cuestionar Vieites que la búsqueda de perfección en lo técnico mantenga su vigencia como condición necesaria para conmover al espectador; ella opta por perturbarlo al ofrecerle “productos” visuales que no tienen que ver con escenas únicas y cerradas, al estructurarse como secuencias que desmontan las lógicas narrativas habituales, y que no obedecen al anhelo de virtuosismo; tampoco al de demostrar la profesionalidad de un oficio.

Sus trabajos guardan clara relación entre sí, en sus esencias, pero se renuevan a partir de citas, apropiaciones, exámenes de los lazos entre el original y la copia, incursiones en lo que implica la reapropiación y referencias al feminismo y las políticas de género asociadas a las subculturas. Por esa razón, no suele crear desde cero sino a partir de imágenes tomadas de revistas de arte y moda, portadas de discos, fanzines, fotografías, pósteres, pancartas…, que reelabora y somete a repeticiones, seriaciones y remakes con el fin de revelar las tramas culturales de las que proceden y en las que derivan.

En el efecto de repetición, lo representado se desvanece, se desvirtúa. La imagen se construye a partir de ese efecto reiterativo que excede a la propia representación y la enrarece.

Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997
Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997
Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997
Azucena Vieites. Juguemos a prisioneras, 1993-1997

Pocos de esos trabajos están completos en sí: no sugieren ni definición ni integridad, sino que forman parte de constelaciones de fragmentos; en ellas lleva Vieites sumida desde que, hace treinta años, se incorporó al colectivo Erreakzioa-Reacción y comenzó a hacer uso de materiales económicos y de fácil acceso, como las fotocopias o las cartulinas, y de procedimientos como el dibujo, el collage o la serigrafía para averiguar hasta dónde el retazo y su reinterpretación podían llevarla.

Valora en este último medio, muy presente en la exposición de la Academia, su capacidad para suscitar un asombro insospechado desde la insistencia, y el mismo propósito lo ha traslado a sus creaciones videográficas, cercanas al videoclip: La serigrafía me permite obtener una imagen una y otra y otra vez, esta técnica nos hace pensar sobre la idea del original, la copia, la obra única, seriada o reproducible. En el efecto de repetición, lo representado se desvanece, se desvirtúa. La imagen se construye a partir de ese efecto reiterativo que excede a la propia representación y la enrarece. Desde mi punto de vista, una razón de ser de la práctica artística tiene que ver con la capacidad para provocar extrañeza.

Veremos en la exposición numerosos jóvenes, rara vez de cuerpo entero, en sus creaciones. Hay una razón: su inclinación natural a gestar un lenguaje propio y su desatención a las normas, cualidades a las que, considera Vieites, las prácticas artísticas deberían siempre aspirar.

Azucena Vieites. Affection, 1993
Azucena Vieites. Affection, 1993

 

 

“Azucena Vieites. Premio Nacional de Arte Gráfico”

REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO

C/ Alcalá, 13

Madrid

Del 25 de septiembre al 23 de noviembre de 2025

 

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