Accede a la Escuela de Bellas Artes de La Lonja en 1893 después de su paso por diferentes talleres de pintores catalanes. Tras un primer estilo entre naturalista e impresionista, coincidente con la fundación de la “Colla del Safrá” (Grupo del Azafrán), que emprende con los pintores Ramón Pitxot, Vallmitjana, Adriá Gual y Joaquín Mir, su pintura sufre una modificación tanto en el colorido como en la temática. Se centra en los marginados, en especial gitanas y cretinos, oscurece notablemente la gama de colorido y se acerca al expresionismo.
Es una de las figuras asiduas, desde su creación en 1897, a la tertulia de la taberna de Els quatre gats junto con Picasso, en el que ejerce influencia. Colabora en distintas revistas como ilustrador y participa anualmente, a partir de 1901, en exposiciones colectivas en París, como el “Salón de la Sociedad de Artistas Independientes”, y en individuales, como la que ofrece Vollard sobre su obra en 1899. Sólo obtiene éxito al final de su corta vida en su última exposición celebrada en la Sala Parés (Barcelona, 1910). Influye en la llegada de un cierto expresionismo a Cataluña a principios de siglo.